Su ex equipo, acosado por el fantasma del descenso, echó al DT y fue a buscar a Mauricio Reggiardo para que se haga cargo de la primera en las últimas 4 fechas.
La situación en Castres tiene mucho que ver con el fútbol nuestro de cada día: equipo en un tobogán de rendimiento y de resultados; la sombra del descenso se acerca peligrosamente; jugadores disconformes con el entrenador, divisiones en el plantel y volantazo de la dirigencia: despido del DT a falta de sólo cuatro fechas para el final de la temporada. El club del Top 14 francés necesitaba, entonces, un bombero que controlara semejante incendio… y recurrió a Mauricio Reggiardo, el marplatense que defendió la camiseta azul durante nueve temporadas. Retirado desde mayo del 2005, con 37 años, Mauro aceptó el desafío, asumió el viernes y el lunes se llevó al plantel a una concentración de tres días en los Pirineos.
Varios referentes del equipo bancaban a Laurent Seigne, el técnico despedido. Otros integrantes, en cambio, no estaban muy de acuerdo con su discurso y sus métodos. A grupo dividido, la elección del sucesor no era sencilla. Reggiardo cumplía con los requisitos: conocimiento del club, disponibilidad inmediata y aceptación por parte de los rugbiers. "Es terrible cómo me cambió todo en un par de días. La situación es crítica pero el desafío me gusta. Los referentes del plantel apoyaron mi llegada, con varios de ellos jugué. Tengo todo para ganar y si las cosas salen bien se puede abrir un futuro", le admitió a Olé un Mauricio muy metido en la función de coach. Tanto que al atender el llamado estaba analizando videos de los futuros rivales. "Llegué al club y me tiraron una compu con todos los partidos de la temporada", contó.
¿En qué andaba Maurito? Disfrutando de sus tres hijos, atendiendo su restaurant Cocina Café en sociedad con Ugo Mola, compañero de dupla en la flamante aventura en Castres, haciendo el curso de entrenador está por terminar el primero de los tres niveles existentes en Francia y dirigiendo a Mazamet, equipo semiamateur de tercera división. De buenas a primeras, saltó a la elite. "Es lo que uno quiere cuando se mete en algo, llegar al techo. Pero para decirte que estoy contento tengo que esperar los cuatro partidos que vienen. Por este mes dejo todo", avisó el ex pilar de Los Pumas.
Reggiardo tiene claro por qué acudieron a él y qué debe hacer. "Al equipo se le viene recriminando falta de actitud. Y el hecho de que me hayan ido a buscar tiene que ver con eso. La gente acá sabe cómo era de jugador, que me siento muy identificado con este club. Mi responsabilidad es que el grupo recupere la actitud, algo que Castres tenía cuando yo jugaba, con aquel gran pack de forwards. Les voy a meter motivación para que recuperen la confianza y las ganas de entrenar. Y bueno… después habrá que ganar".
Por Ezequiel Iribarren (Olé.com.ar)