Los Pumas consiguieron en solo una semana cambiar la cara en el Rugby Championship. De la decepción en Sudáfrica tras la goleada en Soweto a estar a un paso de ganarle a una de las potencias del rugby mundial en Mendoza.
Habría que ser muy ciego y necio para no ver que Los Pumas en Mendoza fueron un equipo muy distinto al que resultó goleado en Soweto por el mismo rival. Los Pumas tuvieron un buen desempeño defensivo, posesión de la pelota, dominio territorial y disputa de igual a igual en los puntos de contacto frente a un seleccionado que tiene como punto fuerte el juego físico. Pero siempre habrá un pero. Los Pumas no tuvieron una propuesta de juego clara.
En Mendoza lo mejor fue jugar a no dejar jugar al rival, y no se vio nada del rugby dinámico que pregonan desde el staff técnico. Si se toma en cuenta el debut en Soweto, se dio un paso adelante, pero si se analiza a dónde se quiere llegar, Argentina está en el mismo lugar pero con más dudas que certezas.
Va a ser un duro Rugby Championship a nivel de resultados, porque como lo hizo público Santiago Phelan, hay grandes diferencias con los tres poderosos del hemisferio sur. Pero dentro de este presente negativo hay algo muy importante para destacar y es la aparición de jugadores jóvenes como Pablo Matera y Matías Díaz, que se suman a Nicolás Sánchez, Juan Imhoff y Martín Landajo. Ahora estos jugadores, que serían la ‘generación’ Rugby Championship, deberían tener un guía con experiencia profesional, alguien que desee quedarse a trabajar, porque como todo momento, para poder atravesarlo se necesitan los soldados y generales adecuados, y no sólo en la conducción del proyecto rugbístico sino también detrás de los escritorios.
Por: Lisandro Olearo
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