El próximo sábado a partir de las 15:15 horas nuevamente en las instalaciones del Alta Gracia Rugby Club, se disputará la final del Oficial de Primera División entre el Córdoba Athletic y Urú Curé de Río Cuarto. El trofeo que estará en juego, llevará el nombre de Enrique “Rudy” Schmal. ¿Sabes quién es y porqué esta competencia fue nombrada de esta manera durante la temporada 2019? Te lo contamos a continuación.
Primero la Institución
Desde el 2014 que la Unión Cordobesa de rugby homenajea a distintas personas que fueron muy importantes en nuestro deporte y hoy no están. Primero fue el enorme “Luchi” Carrara pasando por los inolvidables “Michi” Pispiero, Javier “Pelado” Morra, Rubén Gigli o “Ropero” Simes. Así, año tras año, se recuerda a personalidades que de una manera u otra dejaron su impronta en nuestro amado deporte. Para este año había varias opciones; podría haber sido el “Corto” Mazzieri pionero en el mundo del periodismo de rugby (como olvidar sus columnas de “El Rugby que vimos” de La Voz del Interior) o Ricardo Bordcoch, histórico jugador Dogo, árbitro y dirigente de Universitario, porque no el “Pipa” Odisio, veterano de Tala, árbitro y colaborador incansable para lo que hiciera falta. Todos ellos se merecen un lugar destacado en los pasillos de Castro Barros o en las vitrinas del club campeón de turno, pero la decisión del Consejo de la Unión fue rendir homenaje a “RUDY” Schmal.
A Edmundo Enrique Schmal lo conocí en su amado Jockey Club Córdoba, fuimos juntos a la gira por Inglaterra en el 92, el cómo mánager y yo cómo jugador. Fue dirigente de la Unión Cordobesa de Rugby, entidad en la que ocupó casi todos los cargos directivos en distintos períodos y con varios presidentes, hasta que le tocó asumir el rol de máxima autoridad. Sin dudas la etapa más fructífera fue la que ocupó como vicepresidente de Marcelo Ambroggio, allí junto con Raúl Agüero, Carlos H. Ferreyra y Pablo Mazzieri conformaron un tremendo equipo de trabajo. No solo se consiguieron excelentes resultados deportivos (tres campeonatos argentinos, un campeonato en el Seven de la República, dos Cross Border y un campeonato de Desarrollo) si no que se dejaron las bases para que Los Dogos sean uno de los equipos más representativos del país, hoy una marca registrada.
En términos institucionales Córdoba fue sede de Los Pumas contra Italia y Francia, también de una fecha de Américas CUP, todos eventos con muy buena recepción y convocatoria, sobretodo excelentes resultados económicos. Gracias a ello se refuncionalizó la sede de la Unión que hoy disfrutamos todos. Bajo la gestión de “Rudy” el rugby cordobés tuvo más de 20 marcas como sponsor, hizo convenios con televisión abierta para una mayor difusión, mantuvo el programa que la misma Unión producía en cable y llevó adelante la organización de las finales en canchas de rugby (hasta ese momento inéditas en el formato), tanto en Palermo Bajo como en Tala, en ambos casos con entradas agotadas. Todos esos eventos fueron organizados por los miembros del Consejo Directivo de la Unión Cordobesa de Rugby.
Claramente no fue un dirigente del “pasto” más bien lo fue de escritorio, conocía como nadie los vaivenes de la política, hábil negociador y articulador de estructuras, sabía a donde iba…siempre. Estructurado como pocos y amante de los valores de la institución, aprendí mucho a su lado, mucho. Parecía que ganaba siempre, incluso cuando perdía; un día logré entender que una sola cosa lo quebraba, era el Jockey y todo lo que pasaba en su club. El club de sus amores lo volvía vulnerable.
Mantuvo una impecable y fluida relación con todo el rugby argentino. Participó activamente en las gestiones para que el interior tuviera un rol fundamental en la UAR. Quizás se dio cuenta tarde de que su equipo podría haber funcionado mejor, de que había jugadores que no fueron los mejores representantes, lo sabía, pero no iba a cambiar, ya había dado su palabra y no iba a modificar su estructura, lo haría en el mandato que nunca llegó.
Cuando se dio cuenta que ya era tarde pidió que la transición sea lo más ordenada y prolija posible. No fue de su agrado saber que hubo reuniones, presentaciones y gestiones para manejar la Unión. Soportó en silencio y cumplió con su palabra, no tuvo una segunda opción, creo que no la quiso, estaba vulnerable; a pesar de eso respetó la institución y los cambios que se venían. Fue leal a uno de sus principios más fuertes: “Primero la Institución”. Merecido homenaje.
Por DRACU GÓMEZ (Especial – CORDOBAXV)
