Tras el enorme éxito que fue sido Rugby World Cup 1995, siempre recordada por la presencia de Nelson Mandela entregando la Webb Ellis vestido con la misma casaca número 6 que el receptor François Pienaar, el rugby está en una enorme ola positiva.
En una gran decisión, se decidió que el ya tradicional y muy establecido Seven de Hong Kong fuera la sede de la segunda Rugby World Cup Sevens.
Entre las decisiones tomadas, después de la maratón de partidos que se habían jugado en el primer Mundial de Seven en Edimburgo, se modificó el formato y en vez de tener cuatro grupos seis equipos – con un máximo de siete partidos a jugar en el torneo – se establecieron ocho grupos de tres y según la ubicación de la primera fase, eran las copas en las que se jugaba.
A diferencia de RWC 1993 en la que cinco de los 24 participantes habían surgido de un proceso clasificatorio, se organizaron tres torneos para definir, entre 64 países los 22 participantes que acompañarían al local, Hong Kong, y al defensor del título Inglaterra en el segundo Mundial.
Camino arranca en Punta del Este
Así, se utilizó el Seven de Punta del Este en enero de ese año como proceso clasificatorio y Los Pumas Sevens, que por entonces ya eran invitados fijos a Hong Kong y tenían la mayor experiencia en la región sellaron su pasaje a la entonces colonia británica, aunque con muchas más complicaciones que las habituales, clasificando quinto – el último puesto que aseguraba plaza mundialista, en un torneo con equipos de distintas regiones de un rugby cada vez más global, cayendo ante Islas Cook y Francia.
Chile, Uruguay y Paraguay fueron los otros equipos de nuestra región que participaron en la clasificación.
Diferenciándose de un proceso mundialista al siguiente, Argentina jugó catorce torneos internacionales de seven – ganando Toulon y Taipei en 1994 y Punta del Este en 1995.
Había experiencia en el equipo argentina ya que además de repetir el capitán Lisandro Arbizu, el ‘Orco’ Viel y ‘Tato’ García del mundial anterior, Gonzalo Camardón – quien se había lesionado en la semana previa en Edimburgo 1993; había también jugadores que eventualmente tendrían largas trayectorias en el rugby de quince como Facundo Soler, Pablo Bouza, Eduardo Simone y ‘Tati’ Phelan.
La alta exigencia de ocho partidos en 1993 llevó a utilizar el formato habitual de Hong Kong, con ocho grupos de tres y una rápida reorganización tras un ranking finalizada la etapa de grupos.
Complicado
Argentina tuvo un grupo complicado con Irlanda y un difícil equipo de Sudáfrica que tenía al fallecido Joost van der Westhuizen como líder y dos menores de 21 años que arrancaban largas carreras internacionale en Bobby Skinstad y Breyton Paulse.
El comienzo ante los de verde fue malo, cayendo por un categórico 45 a 7. Lesionado nuevamente Gonzalo Camardón, las cosas se complicaron y la única victoria llegó ante Irlanda.
Ranqueado catorce, en los partidos por el Plato, se cayó ante Western Samoa – aún se denominaban así, se derrotó a Marruecos y luego hubo una derrotaHong Kong para sellar una floja RWC 7s.
El campeón sería Fiji que tras la decepción de cuatro años antes y jugando en una ciudad y un estadio que le caía bien, sellaron el título con un triunfo ante esos Springboks por un agónico 24 a 21.
El plantel argentino: Lisandro Arbizu (capitán), Cristian Viel, Facundo Soler, Gonzalo García, Pablo Bouza, Santiago Phelan, Leandro Lobrauco, Gonzalo Camarón, Eduardo Simone y Marcos Garicoche
Los partidos de Argentina:
vs Sudáfrica 7-45
vs Irlanda 31-22
vs Western Samoa 12-28
vs Marruecos 33–7
vs Hong Kong 5-26
Países participantes:
Grupo A: Inglaterra, Canadá, Zimbabwe
Grupo B: Rumania, Australia, Escocia
Grupo C: Nueva Zelanda, Japón, Tonga
Grupo D: Fiji, Portugal, Hong Kong
Grupo E: Francia, Estados Unidos, Corea
Grupo F: España, Islas Cook, Marruecos
Grupo G: Irlanda, Argentina, Sudáfrica
Grupo H: Namibia, Samoa, Gales
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