Rufino es una localidad ubicada en el extremo sudoeste de la provincia de Santa Fe, a 260 km de Rosario, a 100 km de Venado Tuerto, a 425 km de la ciudad de Santa Fe y a 6 km del límite con la provincia de Córdoba. Cuenta con 20.000 habitantes aproximadamente y justamente de esta ciudad, es Santiago Chochobares, la flamante incorporación de Jaguares de gran presente el años pasado en Duendes, Los Pumitas y hoy dando los primeros pasos en la franquicia argentina.
Muy pocos son los clubes de rugby con lo que cuenta esta ciudad de nuestro país, muchos chicos que nacen y crecen en Rufino, suelen armar su bolso a los 17 años y tomar rumbo a Rosario, Córdoba o Entre Ríos con la ilusión de estudiar y ser alguien en la vida como así también porque no, despuntar el vicio del rugby y crecer en el deporte ovalado.
El caso Santiago Chocobares, quien tomó rumbo hacia la ciudad del monumento a la bandera, para luego aterrizar en Duendes de Rosario, múltiple campeón del Litoral, comenzó desde abajo en las categorías juveniles para en poco tiempo ya sea tenido en cuenta para una Concentración Nacional Juvenil M20, después el plantel Superior del conjunto del “fantasma” y recientemente en la franquicia argentina Jaguares.
“De Rufino partí con 17 años a Rosario y llegué a Duendes. Arranqué la pretemporada en menores de 19 años, jugué dos o tres meses y después pasé al plantel superior -a mitad año más o menos- y terminé el primer año en la primera así que muy contento”.
Sobre el tiempo transcurrido a su llegada a Rosario, Duendes y la primera citación a Los Pumitas, manifestó: “A mitad de año en 2017 debuté en la primera contra Universitario de Santa Fe, al final del mismo año empezaron las concentraciones con Pumitas y ya en 2018 llegó la convocatoria al seleccionado nacional M20. Jugué el Nacional de Clubes, después continué con el Mundial Juvenil en Francia y salí campeón del Torneo del Litoral así que todo un sueño. En un año y medio viví una explosión de cosas y alegrías difícil de manejar pero muy contento”.
¿Un juvenil de Rufino piensa en que se le pueden dar tantas cosas como te pasó a vos o lo ve como algo muy lejano? “Uno cuando quiere, puede. Yo soñaba, soñaba mucho, y pude llegar. Hoy hay chicos de 15, 16 o 17 años que sueñan con alguna posibilidad, se entrenan mucho, son muy apasionados así que creo que hay chicos que pueden llegar lejos”.
Frente a la manera de tomarse este gran presente deportivo, contestó: “Debo reconocer que por ahí para algunas cosas soy tranquilo y para otras me corre la ansiedad, pero tengo a mi familia que está a mí lado, me tranquiliza, me tiene paciencia, por eso considero que el apoyo de los seres queridos es muy importante”.
“La experiencia de haber jugado un Mundial Juvenil, ir a Francia y además habernos tocado un gran grupo, terminó siendo una experiencia increíble. Haber jugado un mundial con un año antes fue una locura y me dio la experiencia para estar en el proceso para junio que se juega la Copa M20 en Rosario. Así que, ojalá se me pueda dar otro sueño de jugar un mundial en el país”.
“Jugar un Mundial M20, es una gran vidriera para los juveniles de nuestro país. El modelo de publicación que tiene esta competencia como que van a jugar las futuras estrellas del rugby, es una gran posibilidad que tienen los 28 jugadores elegidos para este torneo. Siento que hay que tomárselo de esa manera porque es una posibilidad gigante, no queda otra, y si te va bien en el mundial o si cumplis con tu rol bien, tenes posibilidades de volver al país y ser tenido en cuenta en seleccionados mayores o lo que fuese”.
“La convocatoria a Jaguares me tomó muy por sorpresa. A mediados de diciembre del 2018, me llamó el director del Pladar Litoral, para decirme que existía la posibilidad de que arranque con Jaguares, ya me había vuelto loco de alegría. Espere la confirmación que llegó una semana más tarde y desde ese momento, puse la cabeza ahí. Trato de enfocarme a pleno en Jaguares, ahora me volvieron a llamar a la Concentración Nacional M20 y el viernes de la próxima semana jugamos un amistoso contra ellos”.
“Uno no se da cuenta, pero está entrenando con sus ídolos, con los jugadores que normalmente ve en la tele jugar contra los All Blacks, Sudáfrica lo que fueses y entrenar a ese ritmo y con ellos, es increíble. Quizás uno no se dé cuenta, pero si te pones a analizar un poco la situación que estoy viviendo, es tremendo”.
“Me cuesta creer que hace un año a estos chicos los veía en la televisión y hoy llego a los entrenamientos y te saludan con una humildad que no lo podes creer. Por suerte también hay varios chicos de mi edad o camada, quienes también disfrutamos de lo mismo. Ahora Ignacio Mendy y yo, estamos convocados para las concentraciones menores de 20 así que a poner la cabeza ahí y después se verá”.
“Contra Uruguay tuvimos la suerte de poner en práctica lo que veníamos entrenando durante la pretemporada y se pudo ver muy bien el sistema de ataque y defensa más allá de que Uruguay, sin desmerecer, no es el nivel del Súper Rugby, pero a uno le da confianza sabiendo que las cosas van saliendo”.
“También me pasa que cuando veo a los entrenadores, todos tienen una historia muy importante dentro de Los Pumas, pero no dejan de mostrar su humildad todo el tiempo, te ayudan en todo momento y te sacan cualquier tipo de duda en el momento. Increíble que te esté hablando el goleador del Mundial 1999”.
“Creo que en mí caso, hasta junio, voy a ir alternando entre el club, Pumitas y Jaguares, todavía no tengo nada confirmado, pero seguro hasta junio va a ser muy movido sobre todo por el Mundial Juvenil, pero dispuesto a ir a donde me digan”.
Por Martín Quetglas
Crédito: Gentileza Jaguares Comunicación
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