Estuvo a punto de quebrarse, pero hizo fuerza y logró contener las lágrimas. La emoción, no obstante, era indisimulable. Entre el momento crítico que debió atravesar un año atrás y el enorme desafío que tiene por delante, Santiago Chocobares tiene motivos de sobra para conmoverse.
En marzo de 2022, jugando para Toulouse sufrió una lesión en la rodilla que se agravó y derivó en una operación por rotura de ligamentos. Estuvo 10 meses sin jugar y se perdió todo el primer año de Michael Cheika en el seleccionado. Regresó a fines de enero, se convirtió en titular y pieza clave del campeón de Francia, volvió a los Pumas y se perfila como titular para el partido del sábado ante Inglaterra, a las 16 en Marsella (21 hora local), que marcará su debut en un Mundial.
“Viéndolo a la distancia, la lesión fue una de las mejores cosas que me pasó. Me ayudó muchísimo a crecer en el aspecto mental, en cómo vivir el día a día de un entrenamiento, cómo vivir el día a día de preparar un partido, algo que fui a aprendiendo en Toulouse, donde me enseñaron un montón de cosas”, comenzó diciendo el joven centro en conferencia de prensa. De a poco se fue emocionando. “Todos los éxitos o las cosas no tan buenas que vayan pasando las veo cerca de mi familia, que para mí son el apoyo fundamental que tengo. Comparto absolutamente todo con ellos, las buenas y las no tan buenas. Por ahí pasa la clave, y en tener los pies sobre la tierra. Son momentos: tanto los buenos como los malos van a pasar, y hay que seguir para adelante”.
Chocobares había sufrido una lesión similar al inicio del Mundial Juvenil 2019, que lo marginó del resto de la competencia. Silvia y Luis, sus padres, fueron los pilares de su carrera y los siguen siendo a la distancia. “En los ratos libres que tenemos en la concentración hablo con ellos y con mi novia. O tomo mate con Mateo [Carreras, con quien compartió equipo en los Pumitas] en la habitación y repasamos las jugadas, que son muchas y hay que tenerlas claras en la cabeza”.
Tanto como su tamaño asombra su madurez. Tiene sólo 24 y un puñado de partidos en los Pumas, 14 para se exactos, pero se expresa como si tuviera años de experiencia. Una madurez que forjó a la fuerza. A los 18 años dejó su hogar en Rufino para mudarse a Rosario y estar cerca de la Academia del Litoral de alto rendimiento. En 2020, dos años más tarde, pasó a Jaguares y se mudó a Buenos Aires. El debut con los Pumas no puede haber sido más significativo: la primera victoria en la historia ante los All Blacks, en el Tri-Nations 2020 en Sydney, donde jugó los 80 minutos. El puesto se lo había ganado una semana antes con una actuación descollante en un partido de preparación ante Australia A. Con Jerónimo de la Fuente lesionado, le ganó el duelo a quien hoy es su compañero en Toulouse, Juan Cruz Mallía, que más tarde se reacomodó muy bien en otra posición.
Desde entonces, Chocobares se convirtió en un jugador que aporta un plus desde la posición de primer centro gracias a su explosividad en ataque y su agresividad en defensa, ayudado también por su tamaño: 1,89m y 96kg. Características que no abundan en este país y que lo hacen muy preciado en el juego moderno, donde el punto de contacto es fundamental. Un factor X capaz de generar desequilibrio por potencia y habilidad para dar el pase en el contacto, un arma muy importante en los últimos metros que propició varios tries de los Pumas.
En 2021 dio otro gran salto: el pase a Toulouse, un grande de Francia, que al poco tiempo que arribó ganó la Copa de Campeones de Europa. “Yo llegué con el torneo empezado y no estaba en el plantel, así que es una cuenta que tengo pendiente”, aclara Choco. Después ganó dos años seguidos el Top 14, el primero a medias por la lesión, aunque ya como titular, el segundo como una de las figuras.
Francia 2023, entonces, aparece como un nuevo desafío. ¿Con qué objetivos lo encara? “Tengo muchos, pero prefiero guardarlos para mí”, responde. “Solamente voy a decir que quiero disfrutar de este Mundial, que es una oportunidad enorme para mí. Vivirlo intensamente y llegar lo más lejos posible”.
Su debut mundialista se producirá, con toda seguridad (aunque Cheika anunciará el equipo en la mañana del jueves de la Argentina), el próximo sábado ante Inglaterra. Para muchos, en contra de la historia, los Pumas llegan con mejor presente y son favoritos para quedarse con el partido y el Grupo D. En otra muestra de madurez, Chocobares no se deja contagiar por el exitismo.
“Para mí, Inglaterra es un equipazo, con jugadores de clase mundial con muchísima historia en el seleccionado. Porque vengan de un mal momento, de perder varios partidos, no me mueve nada”, advierte. “Son un equipazo y lo van a querer demostrar de nuevo en este Mundial. Pero nosotros también tenemos un gran equipo, que venimos trabajando hace mucho tiempo. Nos preparamos para un gran partido. La palabra favorito no significa nada para mí”.
Por Alejo Miranda
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