No son muchos los que tackleaban como él. Tampoco son muchos los que a su edad (45 años) acreditan la experiencia de haber sido jugador y entrenador de Los Pumas. También fue capitán de Los Pumitas y es un referente del CASI, su club de toda la vida.
Siempre es un privilegio poder hablar de rugby con Tati Phelan.
-¿Cuál es tu vínculo actual con el rugby?
–Soy padre, tengo 3 hijos que juegan en M19, M17 y M15. El año pasado entrené a la M14 y ayudé en la primera una vez por semana y estaba comprometido con el staff, pero este año estoy más de simpatizante, acompañando y a través de los chicos estoy mucho tiempo en el club. Siempre trato de colaborar donde me pidan pero sin tener una división a cargo para poder priorizar el rugby de mis hijos y los domingos estoy todo el día acompañándolos, no me involucro, pero voy a verlos y creo que cuando ellos sean más grandes si volveré a entrenar porque realmente me gusta. Hoy trato de colaborar desde donde puedo y en el tiempo que tengo.
-¿Como son tus hijos como jugadores?
–El más grande juega de centro en M19 y los otros dos juegan de tercera línea pero más allá de que jueguen bien o mal, que nunca voy a hablar yo de mis hijos, lo que me gusta es que lo hacen con muchas ganas y con mucha pasión. Seguramente uno jugará mejor y otro no tanto pero van a ver la primera, están todo el día en el club, son hinchas, se quedan a comer. Viven la vida del club intensamente y en definitiva es lo que a mi me gusta para ellos porque creo que es una linda vida, sana y con valores que han incorporado a través del rugby y del club. Si juegan bien o mal es una anécdota, pero le ponen mucho entusiasmo y pasión a lo que hacen desde chiquitos y eso me enorgullece.
-Dos de tus hijos han estado en seleccionados o preseleccionados de la URBA. ¿Cómo ves el sistema actual en el que desde chicos empiezan a entrenarlos y muchas veces se les generan expectativas desmedidas para su edad?
-El más grande estuvo el año pasado en el M18 de la URBA, cuando el micro volcó yendo a Santa Fe y al segundo le tocaría el año que viene, aunque este año estuvo preseleccionado. Es un tema muy profundo el del profesionalismo y la cantidad de competencia que hay. Por un lado está muy bueno para la unión y para el seleccionado nacional y por otro lado las Academias o Pladares están pensando en desarrollar a los jugadores desde más chicos. Es un tema delicado que hay que manejar bien. Realmente no puedo opinar de como lo están llevando adelante porque no estoy tan interiorizado pero si hay que tener bien en claro como es la convivencia entre el rugby profesional y el rugby amateur de clubes.
-Hoy un chico que lo convocan al Pladar ya piensa que va a ser Puma.
–Hay una parte que viene de la educación que tiene el chico en su casa respecto de los principios y la importancia del estudio y de su desarrollo social. Eso no quita que en el deporte, que es la pasión que los chicos tienen, se puedan ir desarrollando y mejorando. También hay que tener muy en claro el tema de las frustraciones porque lógicamente los chicos a veces no tienen tan claro cuál es su futuro y tienen que darle importancia al estudio o cuando crecen un poco más, al trabajo. Creo que a los chicos hay que acompañarlos para que tomen buenas decisiones. No está mal que haya Academias o Pladares, está bueno que los chicos puedan dedicarle tiempo a lo que les gusta y hacerlo con muchas ganas, pero creo que está en su casa y en su club la necesidad de acompañarlos para que no pierdan de vista las cosas principales de su edad como el estudio, los amigos y su vida social. Si el día de mañana uno se dedica a jugar profesionalmente pasa a otra etapa de su vida, pero mientras tanto es importante que esté bien contenido.
-Nunca jugaste en el exterior, solo en el CASI y en distintos seleccionados. ¿Como ves desde tu club todas las posibilidades que hay ahora de Jaguares, la Currie Cup u otros equipos profesionales?.
-Ahí es donde te decía que hay que tener claro como convive el rugby profesional con el amateur. Obviamente cuanto más competencia haya para el rugby profesional más jugadores de los clubes se van a ver afectados a esos equipos. Por otro lado creo que es importante para los clubes seguir manteniendo sus valores e idiosincrasia en la formación del jugador. Después, lógicamente, los jugadores años atrás se iban a jugar afuera, lo perdíamos. Hoy está la suerte de poder tenerlo acá, de poder desarrollarlos. Para el rugby profesional es bueno tener mucha competencia porque es lo que en definitiva te hace mejorar, pero todo eso hay que ver como le afecta a los clubes. Es un tema delicado y hay que manejarlo para que convivan de la mejor manera. El rugby profesional necesita la competencia y también el amateur necesita de esos jugadores representativos que contagian a los más chicos y generan muchas cosas a través del ejemplo.
-¿Como está el CASI hoy?
-En definitiva es un club que tiene muchos jugadores, que está ordenado a nivel de infantiles y en rugby juvenil tiene equipos numerosos y competitivos, más allá de ganar un campeonato o no. Los chicos cada vez se desarrollan más, encontramos más talento y socialmente el club está bastante bien ordenado. El plantel superior tiene una gran cantidad de jugadores y en un club amateur la parte social es muy importante y cuanto más seamos mejor. En los últimos años el plantel superior ha tenido buenos rendimientos en general pero no en el primer equipo. Creo que a nivel deportivo le está faltando todavía jugar mejor a la primera pero los otros equipos han tenido buenos rendimientos. Te diría que el plantel superior en general está dando pasos hacia adelante en lo deportivo pero muchas veces cuando la primera no tiene buenos resultados o buen rendimiento afecta un poco a todo el club. Pienso que el CASI tiene que dar un paso adelante en el primer equipo y tratar de mantener el orden y la organización que tiene en su rugby juvenil e infantil.
-¿Estás en contacto con Ledesma, Quesada y todos tus amigos que están hoy a cargo de los seleccionados nacionales?
–Son muy amigos mios. Con Gonzalo (Quesada) fuimos compañeros de colegio toda la vida. Tengo una gran relación con ellos aunque no los veo físicamente tanto porque yo estoy un poco alejado en ese sentido. Soy hincha fanático de sus equipos y estoy convencido de que son los mejores entrenadores que puede tener hoy el rugby argentino, por la capacitación que tienen. Tanto Mario (Ledesma) como Gonzalo (Quesada) no solo estuvieron jugando profesionalmente mucho tiempo sino que después se dedicaron y se capacitaron para llevar adelante esta tarea. Siempre me hago una comparación de cuando me tocó entrenar y por ahí no estaba tan capacitado para hacerlo como lo están ellos. Obviamente traté, a medida que iba transcurriendo el tiempo, de irme capacitando en el camino. Creo que son las personas indicadas, armaron muy buenos equipos de trabajo con tipos como Nico (Fernández Miranda) y el Negro (Martín Gaitán) y después es como todo, el rugby profesional es muy exitista. Hay que tener paciencia y darles tiempo. Mario está haciendo un cambio más cultural y es un tipo muy frontal que estoy seguro de que va a poder plasmar en el equipo muchos de sus pensamientos, algo que de cierta forma ya viene haciendo. Te repito, soy amigo de ellos, comparto mucho de la forma en que piensan y los apoyo en todo sentido porque están capacitados para que les vaya bien.
-¿Como ves el Mundial de Japón?
–Bravísimo, porque Francia va a llegar golpeado pero siempre es impredecible e Inglaterra es una potencia que sabe lo que es jugar un Mundial. La zona es complicada pero siempre tenemos la expectativa de que Argentina puede jugar de igual a igual contra todos. Después dependerá de la preparación de los últimos dos o tres meses para ver como llega el equipo en su rendimiento. Le tengo fe pero no hay que engañarse con que Francia esté jugando mal, mundiales son mundiales y la zona es muy complicada.
-La última: Hace 5 años dejaste el seleccionado nacional ¿Cómo fueron estos cinco años y cuando vas a volver a entrenar un equipo?
–Yo dejé Los Pumas en el 2013 e inmediatamente me puse a colaborar en el club. Los últimos 2 o 3 años estuve colaborando en el plantel superior y en 2018 entrené la M14. Me gusta entrenar y más allá del equipo, si es profesional, amateur, juvenil o infantil, lo voy a seguir haciendo pero depende mucho de los tiempos de uno. Le dediqué mucho tiempo al rugby cuando entrené Los Pumas y se lo quité a mis obligaciones laborales y a mi familia, en cierta forma le estoy dedicando tiempo a acompañar a mi familia, a mis hijos, estando más presente. Pero en el club voy a entrenar siempre, a veces colaborando y en el futuro, por ahí si entrenando alguna división. Es una manera de transmitir las experiencias que vivió uno, de colaborar con la gente que está en el club y de aportarle a los chicos todo lo que uno tuvo la suerte de vivir como jugador y como entrenador.
Fuente: rugby.com.ar
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