Los All Blacks sufrirán dos bajas clave para su duelo frente a Escocia en Murrayfield: Scott Barrett, capitán y segunda línea, y su hermano Jordie, centro titular. Ambos fueron descartados por lesión y están a la espera de nuevos estudios médicos que definirán su disponibilidad para lo que resta de la gira europea.
Scott Robertson, head coach del seleccionado neozelandés, evitó confirmar si podrán estar ante Inglaterra la próxima semana, aunque las lesiones generan preocupación dentro del plantel. Jordie Barrett padece un esguince de tobillo de alto grado y una molestia en la rodilla, mientras que Scott sufrió una profunda herida debajo de la rodilla durante el test ante Irlanda en Chicago.
Ante estas bajas, Josh Beehre (All Blacks XV) fue convocado como refuerzo para la segunda línea. En cambio, no se sumarán centros adicionales, ya que el cuerpo técnico cuenta con alternativas como Billy Proctor, Anton Lienert-Brown y Rieko Ioane. En el duelo anterior, Quinn Tupaea y Leicester Fainga’anuku conformaron la pareja de centros, fórmula que podría repetirse.
Tupaea expresó su tristeza por la ausencia de los líderes del equipo, aunque confía en la profundidad del plantel para mantener el invicto histórico frente a Escocia. “He jugado bastante en el puesto 12, así que me siento cómodo donde el equipo me necesite”, señaló.
Más allá de las lesiones, Robertson espera ver un equipo más efectivo en ataque. Aunque Nueva Zelanda terminó con fuerza para vencer a Irlanda, el entrenador remarcó que “aprovechar las oportunidades será clave” para mantener viva la ambición del Grand Slam.
En ausencia de Scott Barrett, Ardie Savea asumirá la capitanía del seleccionado neozelandés.
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