El viernes por la noche, el medio francés Le Parisien reveló que el ex campeón francés de Biterrois Henri Mioch y el ex internacional Sébastien Chabal eran sospechosos de ser parte de un gran tráfico de entradas del Mundial 2023.
Ahora hay otro caso que no ha terminado de sacudir el pequeño mundo del rugby francés: el viernes por la noche, periodistas parisinos anunciaron que el ex tercera línea del seleccionado del gallo Sébastien Chabal (45 años, 55 caps) estaría involucrado en un gran tráfico de entradas para el Mundial de 2023, que arranca el próximo mes de septiembre.
Así, recientes registros realizados el pasado mes de noviembre en la sede del GIP (grupo de interés público) revelaron que varios cientos de entradas de partidos fueron desviadas del sistema de venta tradicional en beneficio de varios familiares de Claude Atcher (despedidos en agosto pasado) cuando, al mismo tiempo, muchos seguidores no habían logrado conseguir las famosas entradas para la competición.
Según Le Parisien, Sébastien Chabal, embajador de Francia 2023, habría adquirido cien entradas. Pero la investigación policial revela que es otro gran nombre del rugby el que más se habría beneficiado de este sistema: se trata de Henri Mioch, cuatro veces campeón de Francia con Béziers en los años 70. Por tanto, Mioch habría comprado cerca de 600 entradas por un importe de unos 100.000 euros.
Una fuente cercana a la investigación asegura: “Para nosotros, dado el volumen, no cabe duda de que se trata de tráfico de entradas” , evocando el ejemplo de asientos a 300 euros revendidos, en forma de paquete. , a 1500 euros. Como recordatorio, los miembros de Francia 2023, por su parte, estaban limitados a ocho entradas y tenían estrictamente prohibido revenderlas.
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