El fracaso de los equipos europeos en la RWC 2015 no significa que las diferencias aumentaran con Wallabies, Springboks y All Blacks. En realidad, los números muestran que se acercaron durante los pasados cuatro años.
Con las cuatro grandes selecciones del Hemisferio Sur como las únicas que siguen en la RWC 2015, el debate de la semana previa a las semifinales trató acerca de si la diferencia con los equipos del Norte se agrandó. Lo cierto es que los europeos siempre tuvieron problemas para vencer a Springboks, All Blacks y Wallabies y que por el contrario, la brecha, que existe, se está achicando.
La percepción de que efectivamente los equipos de The Rugby Championship se alejan de los del Seis Naciones se agrandó cuando ninguno de estos últimos alcanzó la penúltima etapa del torneo por primera vez en la historia. Sin embargo, para ilustrar la diferencia la RWC no sirve. Si en cuartos de final uno solo de los emparejamientos hubiera tenido competencia norteña, uno, al menos, hubiera llegado a semifinales.
Así sucedió en la RWC 2011 cuando en cada lado del cuadro comparecieron cuatro selecciones de cada mitad del globo. Se debió, en parte, a la victoria de Irlanda sobre Australia en la fase de Grupos que la llevó a enfrentarse a Gales en un encuentro muy igualado. Como parejo fue el partido de la RWC 2015 entre la propia Gales y Australia. Una hipotética victoria de los Dragones les hubiera emparejado contra Escocia y, en consecuencia, un equipo del Seis Naciones estaría ahora preparando el captain’s run. Así de escaso es el margen.
Cuatro años antes de la coronación de los All Blacks en Auckland, en los cuartos de final se dibujó la posibilidad de que los cuatro equipos del Sur coparan las semifinales. Nadie estará en desacuerdo que las victorias de Inglaterra sobre Australia, Wilkinson mediante y la de Francia sobre Nueva Zelanda, Michalak ídem, fueron dos sorpresas mayúsculas.
De hecho, como se mostró aquí esos dos partidos se encuentran entre los siete partidos con resultados más sorprendentes de las pasadas RWC. Ambos marcadores fueron más extraños que si Gales hubiera vencido a Sudáfrica la pasada semana, basándonos en los ránkings de World Rugby de antes del torneo.
Los equipos de The Rugby Championship ganaron sus siete encuentros contra oposición del Seis Naciones en la RWC 2015. Sin embargo, hay un pequeño número de conclusiones de tres partidos (las victorias de Australia contra Gales y Escocia y la de Sudáfrica ante Gales) que indican que podían haber resultado de otra manera.
Una mejor manera de medir la diferencia entre los estándares en ambos escenarios es tomar un rango de resultados en un periodo mayor que los dos meses de la Copa Mundial de Rugby.
Para obtener una imagen mucho más precisa podemos estudiar a los porcentajes de victoria y los márgenes de éstas en periodos de cuatro años para un total de más de 50 partidos. Dada la reciente consistencia de Argentina y la usual inconsistencia de Italia, empleamos para el análisis a los equipos originales del Tres y Cinco Naciones.
Los equipos europeos comenzaron a tener dificultades para vencer a los del sur inmediatamente después de la confirmación del profesionalismo en 1995. En los dos primeros años de la era asalariada, no hubo victorias del norte sobre el sur en 23 partidos.
Esa dinámica se rompió con una victoria de Inglaterra sobre Sudáfirca por 13-7 en 1998, tres años después de que Francia venciera a Nueva Zelanda en Toulouse en 1995.
Como muestra el gráfico, el Norte progresó hasta vencer un tercio de sus encuentros contra Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica entre 2000 y 2003. Ese periodo culminó con a RWC 2003 ganada por Inglaterra. La única para el Hemisferio Norte.
Fueron 17 de 50 tests para los europeos entre 2000 y 2003 pero con Francia e Inglaterra como reponsables de 15 de las victorias. Para 2007, el éxito de las Home Unions y Les Bleus cayó a uno de cada cinco partidos y en estos años llegó a estar más bajo. Tradicionalmente el éxito dependía de franceses e ingleses pero recientemente los registros muestran encuentros más parejos con las selecciones celtas.
En este segundo gráfico se explica cómo la diferencia entre sur y norte se redujo más de un tercio desde 2010. El margen de victoria se asentó alrededor de los 10 puntos. Seis menos que los 16 en los que estaba hace más años.
Así que, a pesar de la exitosa campaña para los sureños en esta RWC 2015, los indicios muestran que el norte está cerrando la brecha. Y las suposiciones de muchos analistas no se basan en los hechos ni en los números.
El ex capitán de Inglaterra y ganador de la Webb Ellis en 2003, Mike Tindall explicó esta semana que “no creo que la diferencia existente entre el hemisferio norte y el sur se esté agrandando”.
Los resultados de los 58 partidos durante los pasados cuatro años, confirman esta opinión.
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