Stefano Ambrosio llegó al Rovigo italiano tras ganar el campeonato con el Tala cordobés en 2007. Con sus 21 años, el apertura ítalo argentino tiene en claro que soy suplente de Germán, pero le voy a sacar provecho a mi primer año como profesional. Stefano Ambrosio llegó al Rovigo italiano tras ganar el campeonato con el Tala cordobés en 2007. Con sus 21 años, el apertura ítalo argentino tiene en claro que soy suplente de Germán, pero le voy a sacar provecho a mi primer año como profesional.
Mientras Petrarca festejaba la victoria en el clásico contra Rovigo, bajo el diluvio que le dio el bienvenido al Súper 10 2008-09, Mentirosa del grupo Ráfaga sonaba de fondo y los espectadores empezaban a abandonar la tribuna. Entre ellos, los recién llegados Bruno Fortuna y Stefano Ambrosio, en su primera experiencia como profesional tras sus juveniles en Capitolina y la participación en la Azzurra para menores de 18 y 19 años.
El cordobés, hijo de Rodolfo Ambrosio, quien jugara la RWC 1987 para Italia, la tiene muy clara más allá de sus jóvenes 21 años y sabe que uno de los números puestos en Rovigo es el diez de Germán Bustos (ciudadano italiano desde agosto): Vengo a hacer mi primer año en el rugby profesional y a aprender de Germán
Sé que vengo a ser suplente de él, pero le voy a sacar provecho, lo voy a escuchar y para el año que viene apuntaré a algo más.
Llegás de ser campeón con Tala, donde además fuiste el goleador
En Córdoba llegué a jugar un año y medio y cumplí el sueño de salir campeón con la Primera. Sí, la pasé muy bien y me divertí muchísimo, pero creo que para llegar a otro nivel, que es lo que pretendo, viviendo en la Argentina se hace muy difícil porque tenés que entrenar, estudiar, tenés muchas obligaciones. Por todo esto pensé que la única forma que tenía de crecer rugbísticamente era dando un paso adelante y venir a Europa.
¿Estando acá es más fácil que te tengan en cuenta?
Y sí, acá cambia todo, una vez que uno está acá se mueve en el mercado y sabiendo que yo soy italiano se abren muchísimas puertas.
Aunque tenés en claro que no va a ser fácil ganarte un lugar
La temporada es larga, contra Petrarca fue el primer partido, pero no es que voy a estar en la tribuna todos los sábados. Esto recién empieza y lamentablemente a lo largo de un campeonato hay lesiones, sanciones, hay de todo, así que estoy tranquilo y sé que ya voy a tener alguna oportunidad.
¿Sabías que llegás a un Rovigo que hizo una gran temporada 2007-2008?
Siempre seguí el rugby italiano porque mi papá, además de jugar, también entrenó acá, y sabía a qué equipo llegaba. Rovigo hizo un gran año la temporada pasada y ahora hay que confirmar ese quinto puesto y, sobre todo, la Sociedad está creciendo mucho. Se nota porque la gente está muy entusiasmada, a nosotros nos tratan de primera, no nos falta nada y apuntamos a volver a entrar en la Challenge Cup para el próximo año, aunque estamos un paso atrás de Viadana, Calvisano y Benetton, pero nos la peleamos con Overmach y Petrarca.
Llegas a un equipo muy afianzado pero con gran presencia argentina, ¿qué impresión te dio?
Dentro de los clubes que conozco en Italia, Rovigo es lo más parecido a uno argentino. Se juega por la camiseta, eso es lo que trasmiten el entrenador, la gente y los compañeros. Por más que uno es profesional y sabe que acá está haciendo su trabajo, también sabe que se tiene que jugar por el de al lado, por la camiseta y con el corazón
son los mismos valores que hay en la Argentina, entonces uno llega acá y con todo eso se siente muy cómodo. Allá se juega por el sándwich , pero acá, si bien hay plata en juego, los valores siguen siendo los mismos.
Por Analía Pavan (rugbyfun.com.ar)