Steve Hansen, entrenador de los All Blacks, sabe que tras las palabras de Heyneke Meyer esperan unos Springboks que desean acabar con el “mejor equipo de todos los tiempos”.
El peligro de llegar al éxito consiste en que, una vez logrado, no se es capaz de sentir el hambre que motivó conseguirlo por primera vez. Vivir de los agasajos y felicitaciones ajenas y caer en la complacencia; por nunca más repetir el esfuerzo mental y físico que requiere ganar. Volver a ganar.
Por eso Steve Hansen (en la imagen), entrenador de los All Blacks, quiso terminar con una semana llena de halagos para sus pupilos. Algunos con doble filo como los pronunciados por su contraparte en Sudáfrica y rival en semifinales, Heyneke Meyer. Tras anotar nueve tries a Francia y lograr una de las victorias más impresionantes en la historia de la Rugby World Cup el responsable kiwis puso “punto y final” a los cuartos de final.
“Externamente algunas personas siguieron con ello, pero internamente fue muy importante disfrutarlo y después ponerle punto final”, explicó Hansen luego del anuncio del equipo que se medirá a los Springboks con sólo un cambio con respecto al que venció a Francia.
De éxito en éxito
“De lo contrario, no vas de éxito a éxito, sino de éxito a fracaso. Nos van a requerir otra actuación exitosa el sábado”, añadió el entrenador de un equipo que ganó la Copa Mundial de Rugby en dos oportunidades, ambas disputadas en su país y que busca la tercera en Inglaterra. Además, los All Blacks tratarán de retener la Webb Ellis por dos RWC consecutivas, algo que nadie consiguió.
Meyer había dicho a comienzos de la semana que los All Backs de 2015 son el “mejor equipo de todos los tiempos” pero Hansen sabe que no puede dejar a sus muchachos atrapados en las palabras de su rival.
“Nos alabó durante toda la semana pero estoy seguro de que se están preparando para arrancarnos la cabeza. Es su táctica. De puertas adentro no está diciendo eso. Si no jugamos nuestro mejor partido entonces no tendremos ninguna posibilidad. No te pueden agarrar desprevenido con tantos elogios”, contraatacó Hansen que espera, además, que en las gradas de Twickenham se deje notar el aliento de los seguidores kiwis.
“Estamos justo donde queríamos estar. Estamos realmente entusiasmados. Fue una gran semana y nos encontramos preparados para lo que se viene. Ojalá haya muchos seguidores de los All Blacks y que nos apoyen con mucha fuerza”, remató el entrenador.
El único cambio con respecto a los cuartos de final será el pilar Joe Moody por el lesionado Wyatt Crockett. Moody, que jugó nueve partidos con los All Blacks, se unió al plantel hace dos semanas en lugar del también lesionado Tony Woodcock y junto con el wing Nehe Milner-Skudder, que apenas suma nueve caps, serán los dos más inexpertos del XV titular.
Por su parte, Dan Carter espera un partido áspero contra los Springboks. “A menudo me preguntan acerca de quién es el oponente más duro y Sudáfrica está aquí mismo. Son muy fuertes. Tenemos que concentrarnos esta semana y no mirar atrás. Este va a ser un partido cerrado. Tenemos que poner punto final a la semana pasada. Este es un nuevo desafío”, dijo el apertura.
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