En la primera final entre los dos equipos neozelandeses en sus 28 años de historia, los Blues dominaron el juego en Auckland y se quedaron de manera merecida con el título.
La fuerte lluvia de Auckland impidió cualquier posibilidad de que estallara un rugby expansivo, pero igualmente fue un gran espectáculo lo que se pudo observar en el mítico estadio Eden Park.
El wing Caleb Clarke anotó un hat-trick, pero fue la delantera de los Blues la que sentó las bases para la victoria en condiciones resbaladizas, controlando el territorio y la posesión y ejerciendo presión sobre los visitantes.
El capitán de la franquicia local, Patrick Tuipulotu, no mostró signos de la lesión de rodilla que supuestamente habría puesto fin a su temporada, acumulando una montaña de metros y una ruptura de línea en una actuación potente.
Los Chiefs defendieron valientemente pero fueron superados en fuerza y en clase por un Blues que estuvo encendido desde el minuto uno.
Siempre iba a ser un desafío vencer a los Blues en su propio terreno: los Aucklanders no han sido derrotados en Eden Park desde marzo de 2023.
Los Blues abrieron el marcador en su primera incursión ofensiva real del partido, con Akira Ioane aprovechándose de un ruck y apoyando. El ala con destino a Japón y su hermano Rieko se unieron para preparar el primero y mejor hat-trick del potente wing Clarke, de alguna manera logrando mantener la pelota en juego, haciendo malabarismos para que el backs de los All Blacks anote su primer try en una de las puntas.
La noche de los Chiefs empeoró a los 10 minutos del segundo tiempo. A medida que la presión y las sanciones se acumulaban, el árbitro Nic Berry perdió la paciencia y envió a George Dyer al sin bine tras una infracción en el ruck. Después del try de consolación de Parker, AJ Lam anotó el quinto try de los Blues para sellar una final que no tuvo equivalencias.
Mientras los Blues celebraban su primer título desde 2003 y la victoria más unilateral en una gran final de un equipo de Nueva Zelanda, un atisbo de sonrisa se abrió paso en el rostro del entrenador Vern Cotter.
Formaciones
Blues (41): 15 Stephen Perofeta, 14 Mark Tele’a, 13 Rieko Ioane, 12 AJ Lam, 11 Caleb Clarke, 10 Harry Plummer, 9 Finlay Christie, 8 Hoskins Sotutu, 7 Dalton Papali’i, 6 Akira Ioane, 5 Sam Darry, 4 Patrick Tuipulotu (capitán), 3 Marcel Renata, 2 Ricky Riccitelli, 1 Ofa Tu’ungafasi.
Suplentes: 16 Kurt Eklund, 17 Joshua Fusitu’a, 18 Angus Ta’avao, 19 Josh Beehre, 20 Adrian Choat, 21 Taufa Funaki, 22 Bryce Heem, 23 Cole Forbes.
Tries: Caleb Clarke (3), AJ Lam, Akira Ioane,
Conv.: Harry Plummer (5)
Pen.: Harry Plummer (2)
Chiefs (10): 15 Shaun Stevenson, 14 Emoni Narawa, 13 Anton Lienert-Brown, 12 Rameka Poihipi, 11 Etene Nanai-Seturo, 10 Damian McKenzie, 9 Cortez Ratima, 8 Wallace Sititi, 7 Luke Jacobson (capitán), 6 Samipeni Finau, 5 Tupou Vaa’i, 4 Jimmy Tupou, 3 George Dyer, 2 Tyrone Thompson, 1 Aidan Ross.
Suplentes: 16 Bradley Slater, 17 Jared Proffit, 18 Reuben O’Neill, 19 Manaaki Selby-Rickit, 20 Simon Parker, 21 Xavier Roe, 22 Quinn Tupaea, 23 Daniel Rona.
Tries: Simon Parker
Conv.: Damian McKenzie
Pen.: Damian McKenzie
Árbitro: Nic Berry
Árbitros asistentes: Damon Murphy y Jordan Way
TMO: Brett Cronan
Créditos: @SuperRugby