Pese al optimismo que rebosaba el jugador, los peores presagios se han cumplido y el internacional escocés Thom Evans tiene que poner punto y final a su carrera deportiva a sus 25 años, como consecuencias de las lesiones que se produjo en el último partido del pasado Torneo VI Naciones tras un choque con el galés Lee Byrne.
Pese a que la intención del ala escocés de volver a jugar tras superar el peligro de parálisis que existió y que se pudo evitar gracias a dos intervenciones quirúrgicas, finalmente la columna vertebral está lo suficientemente dañada para que tenga que dejar el rugby.
“Cuando le dicen a uno que no puede jugar al deporte que amas, es un ‘shock’ tremendo”, aseguró un hundido Evans, cuyo hermano Max también es internacional con el ‘XV del Cardo’.
“Pero a fin de cuentas, todavía puedo hacer más o menos lo que quiero, aunque no jugar un deporte tan físico como es el rugby”, agregó el tres cuartos ala de Glasgow.
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