Los naranjas se ubicaron en la gran final del Campeonato Argentino por cuarta vez consecutiva. Lo lograron al derrotar a Córdoba por 39 a 10, en un intenso partido disputado en La Caldera, colmada a pesar del mal tiempo.
Córdoba se vio superado en toda la cancha y nada pudo hacer para frenar a los naranjas.
Los naranjas se ubicaron en la gran final del Campeonato Argentino por cuarta vez consecutiva. Lo lograron al derrotar a Córdoba por 39 a 10, en un intenso partido disputado en La Caldera, colmada a pesar del mal tiempo.
Los dogos ya habían perdido con Tucumán los tres duelos anteriores en esta misma instancia. Llegaban al parque en busca de la revancha y del pasa por te que los ubicara en el duelo final. Se esperaba un partido duro, quizá con una definición más cerrada, al menos en la primera parte. Sin embargo, los tucumanos se mostraron más sólidos que nunca y en menos de 10 minutos ya mandaban en el marcador por 10 a 0, gracias al try anotado por el octavo Agustín Guzmán a los 5 y a la conversión y a un penal que aportó Diego Mas.
En base a una gran presión que ejercieron sobre los visitantes, los naranjas se adueñaron de a poco del partido.Encerraron a los dogos en su propio campo y jugaron cerca del ingoal cordobés.
Por momentos, el juego se hizo enredado, desordenado y bastante impreciso, aunque mucho más por el lado de los visitantes, a los que les costó controlar la pelota. En esto mucho tuvieron que ver las condiciones climáticas y el tremendo tackle de los jugadores locales.
En ese contexto se vio favorecido Tucumán. Fue más ordenado y su actitud ofensiva le dio sus frutos.Superó a los cordobeses en las distintas facetas del juego (el único problema lo encontraron en el scrum) y dominaron claramente.
Dos tries más en la primera parte, anotados por Felipe Bettolli y por el capitán Gabriel Pata Curello, les permitieron a los naranjas ampliar la diferencia y dejar el primer tiempo 20 a 3 a su favor.
El golpe de gracia
El primer capítulo tuvo un dueño. Fue Tucumán. Había que ver cómo se recuperarían los dogos en la segunda parte. Pero los naranjas no los dejaron reaccionar.Al minuto, con un nuevo try del pilar Bettolli, Tucumán dio el golpe de gracia. La conversión de Mas puso el score 27-3 y prácticamente definió el partido. Los tries de Nicolás Centurión, a los 7 y de Ezequiel Faralle a los 21 ratificaron la supremacía naranja. Córdoba descontó con un try del pilar Matías Dagatti, pero el partido ya estaba liquidado. Los naranjas ganaron con solvencia y se ubicaron otra vez en la gran final.
Por Tomás Gray (Diario La Gaceta-Tucumán)
Foto: Diario La Gaceta
La concentración es la clave
Por Manolo Galindo
Fue un partido ganado claramente por Tucumán desde el comienzo. Córdoba sólo se insinuó en los primeros instantes, pero no le alcanzó para ser un rival de peligro. El quince tucumano se ve muy bien, sólido en su trabajo, y los jugadores se mantienen durante los 80 minutos con mucha concentración. Eso es muy importante para ir a jugar una final. El equipo mostró circulación de pelota, en especial por el lado de los delanteros; eso le produce complicaciones al rival, porque de esta forma le cuesta encontrar la marca. Los naranjas alcanzaron un muy buen nivel.