Los Tigers ganaron 11-3 a Northampton en semfinales y defenderán el título inglés ante Saracens, que venció 12-10 a Gloucester · Leicester luchará por encadenar su tercera corona inglesa consecutiva en la repetición de la última final.
Mientras Francia vive este fin de semana los dos partidos de semifinales que aportarán el nombre de los dos protagonistas para la final del Stade de France del próximo 4 de junio, con los enfrentamientos en Marsella de este viernes entre Stade Toulousain y Clermont Auvergne, resuelto con un 29-6 para los primeros, que dejan así al ASM sin opciones de revalidar el título galo, y de este sábado entre Racing Metro 92 y Montpellier Herault, por otro, y en la Magners League celta este sábado pelearán por el título Munster y Leinster en Thomond Park, tambien en Inglaterra habrá campeón este 28 de mayo, ya que Leicester Tiger, el actual campeón, buscará su tercera Aviva Premiership consecutiva en la final que disputará en Twickenham ante Saracens, tras imponerse en semifinales a Northampton Saints por 11-3, en el caso del defender del título, y a Gloucester, por 12-10, en el de los aspirantes.
Con toda justicia y merecimiento, los dos primeros clasificados de la temporada regular jugarán la gran final del rugby inglés de nuevo, en el mejor escenario posible, la ‘Catedral del Rugby Europeo’, para eso se lo han ganado durante toda la temporada y han superado, bien, a sus rivales de las semifinales. En Welford Road, los Tigers hicieron su típico partido en estas ocasiones: asfixiante para el rival, dominando territorio y posesión de forma escandalosa. ¿Alguno recuerda alguna entrada de los Saints en 22 contraria en la segunda parte? Igual que la temporada pasada contra Bath, tampoco pasaron del centro del campo en la segunda parte, con lo que el rival nunca tiene posibilidades de ganar, aunque el marcador señalara un engañoso 6-3 para Leicester hasta que Tuilagi ensayó y rompió el partido. Viendo esta ‘semi’ me di cuenta de que Northampton no podría tampoco con Leinster, la primera línea y los terceras estaban exhaustos, sin cambios, y su pareja de medios fue totalmente superada.
Mientras y en Vicary Road, los ‘Sarries’ hicieron lo que saben: defender muy bien, provocar golpes de castigo, dominar físicamente a Gloucester y ganar sin ensayos, lo cual es arriesgadísimo y se termina pagando, pues además este sistema no se puede permitir fallar cuatro golpes como hizo Owen Farrell. Y contra un equipo como Leicester, esos fallos se pagan muy, muy caros. Este es el gran problema de Saracens, les cuesta ‘Dios y ayuda’ ensayar; y para ganar a los Tigers hay que hacer puntos de ensayo, pues a golpes de castigo Leicester aguanta a cualquiera. Flood tendrá sus carencias en el juego, aunque para mí y para Martin Johnson es perfecto para el actual momento de Inglaterra, pero no le tiembla la pierna llegado el momento.
Son escuadras muy igualadas en el concepto colectivo de defensa, con 26 y 29 ensayos recibidos, pero los Tigers atacan más y mejor, con 67 ensayos por sólo 35 de los ‘Sarries’. Línea por línea están muy equilibrados, aunque la primera línea de Leicester creo que tiene más fuerza y mejores cambios que, sin duda, entrarán a lo largo de la segunda parte y le darán más fuerza; además hay diferencias en los terceras, muy agresivos, físicos y defensivos los Saracens; más atacantes y mejores en juego abierto y dinámico los Crane, Newby, Waldrom y Croft. Pero en general, delanteras poderosas y trabajadoras en la conquista, con ligera ventaja en ataque para Leicester.
Así pues, si concluimos que las delanteras están igual, la diferencia la marcarán los medios y los tres cuartos. Y aquí la ventaja ‘tiger’ es grande. Para mí, Youngs fue el ‘Man of the Match’ contra Northampton -aunque ganó Croft, buenísimo sin duda-, llevó el partido con Flood como quiso, alternaba ataques delantera-centros y Flood lanzaba patadas bien a seguir bien a los centros y ni los retardados de los Saints le amilanaron. A Farrell y Wigglesworth parecía que les pudo la responsabilidad y no fueron mejores que Lawson y Robinson y parece que ahora los ‘Sarries’ van a echar de menos a Derrick Houggard, que se entiende perfectamente con su paisano De Kock. La final del año pasado la decidió el centro Dan Hipkiss y es aquí y en el ‘back-three’ donde Leicester puede decidir el partido, pues sería raro que Tuilagi o Tony Allen, un centro de los de verdad, no ensayaran.
Saracens necesita puntos para ganar el partido, está bien defender, lo primero para ganar un partido es no recibir puntos, pero Leicester siempre anota y obliga a hacer puntos al rival… y ahí los ‘Sarries’ flojean. Durante dos temporadas han practicado un rugby a la sudafricana, concediendo posesión, pero jugando en campo contrario, con una gran condición física, donde destacan Joubert, Burger y Kelly Brown en tercera línea y mi talonador favorito desde que lo ví en el Super 14 con mi equipo, los Stormers: Schalk Brits. Y exprimiendo los pocos puntos anotados, está acostumbrado a manejar ventajas cortas y no se puso nervioso cuando Gloucester se puso 9-10 en el min 70 de la semifinal. Sabía que tendría un golpe a favor, por eso siempre intenta jugar en campo ajeno. Los Tigers no rehuyen, con lo que nos espera un partido duro, sin concesiones, que habrá que ganar metro a metro; los pateadores tiene que estar finos y los alas tendrán que aprovechar los pocos balones que huelan. Por su mayor capacidad anotadora, a priori, y porque considero a sus medios y tres cuartos superiores, me inclino por Leicester, pero recuerdo al personal que en el rugby de élite, todos los jugadores son buenísimos y cualquiera gana a cualquiera, aunque suene a tópico. Lo malo es que, una vez más, nosotros no lo podremos ver en televisión, al menos Teledeporte, que nos ha ido ofreciendo un partido por jornada de la liga inglesa, no tiene programada la final ni el fin de semana, ni la próxima… ¡Qué pena!
Saints, Gloucester y Wayne Barnes
No me olvido de Gloucester ni de los Saints. Los primeros ya tienen un título, la Copa Anglogalesa, al ganar a Newcastle en la final y en semifinales a Harlequins. Un gran triunfo, como todos los del rugby, de un club grande al que la historia de la Liga Inglesa debe un título por esas temporadas que acabó primero la fase regular y luego no pudo ganar en Twickenham; y los segundos pueden estar muy orgullosos de la temporada realizada, pues no todo se resume en ganar títulos, trabajar y acabar con la satisfacción del deber cumplido también es importante. Han pagado su corta plantilla durante el VI Naciones y en el tramo final de la temporada y ahí deben trabajar para crecer. Como ya dije, con Dusty Hare, leyenda de Leicester, de director de la Academia de Rugby pronto llegarán los resultados.
Por último, decir que el señor Wayne Barnes arbitrará su tercera final de Liga Inglesa y su partido número 96 de la Premiership, con lo que queda demostrado su total capacitación para esto. Y lo digo por si todavía queda algún fanático ‘all black’ que, de forma penosa y alejada del rugby, justifica aquella derrota de Nueva Zelanda en Francia’2007 ante los anfitriones por no pitar un ‘avant’, ¡cómo si fuera el primero que no se pita!, cuando iban ganando 13-0.
Formaciones
Leicester Tigers: Hamilton; Agulla, Smith, Allen, Alana Tuilagi; Flood (ap.), Youngs (m.m.); Newby, Crane, Croft; Skivington, Mafi; Castrogiovanni, Chuter y Ayerza.
Suplentes: Hawkins, Stankovic, Cole, Slater, Waldrom, Grindal, Staunton y Twelvetrees.
Saracens: Goode; Strettle, Wyles, Barritt, Short; Farrell (ap.), De Kock (m.m.); Burger, Joubert, Brown; Botha, Borthwick; Nieto, Brits y Stevens.
Suplentes: George, Gill, Du Plessis, Vyvyan, Saull, Wigglesworth, Mordt y Cato.
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