El rugby da un paso más para actuar lo más rápido posible cuando un jugador reciba un golpe, que pueda desencadenar una conmoción cerebral. World Rugby introducirá protectores bucales LED intermitentes que se iluminarán cuando un jugador sufra un impacto fuerte en la cabeza durante un partido.
El Mundial femenino, que se jugará del 22 de agosto al 27 de septiembre en Inglaterra, servirá de estreno para este nuevo sistema antes de que se implante en todas las categorías élite masculina y femenina, según anunció Lindsay Starling, directora científica y médica de World Rugby.
El protector bucal emitirá una luz roja si el impacto es lo suficientemente fuerte como para causar una conmoción cerebral. El árbitro detendrá el partido y el jugador o jugadora será retirado para evaluar la posible lesión cerebral.
“Creará conciencia sobre las lesiones en la cabeza y las conmociones cerebrales tanto en el público en los estadios como entre los aficionados en casa al poder verlo por televisión”, afirma Starling.
Los protectores bucales miden cuánto se mueve y gira la cabeza cuando se sufre un impacto. Si registra una aceleración superior a 75 g y 4.500 radianes por segundo al cuadrado para los hombres, y 65 g y 4.500 rad/s² para las mujeres, comienza a parpadear.
El análisis anual de lesiones de World Rugby reveló que la cantidad de conmociones cerebrales sufridas en el rugby masculino de élite durante la temporada 2023-24 fue de 13 por cada 1.000 horas de juego, poco menos de una cada dos partidos. En el rugby femenino de élite, durante el mismo período, la cifra fue de 11 por cada 1.000 horas de juego, o una cada 2,3 partidos, lo que representa un aumento. En promedio, cada jugador con conmoción cerebral estuvo fuera de las canchas durante aproximadamente tres semanas.
Los golpes en la cabeza y las conmociones cerebrales son el punto de partida de enfermedades graves que se desarrollan con el paso del tiempo. Varios infomes médicos corroboran que son el origen de la Encefalopatía Traumática Crónica (CTE). Sébastien Chabal, una de las leyendas del rugby francés, confesó que sufre problemas de memoria, hasta tal punto de que no recuerda ni un instante de su etapa deportiva.