El pilar izquierdo del seleccionado argentino, quien milita en el rugby inglés, ya palpita lo que se viene: la segunda edición del Rugby Championship.
En años pasados, el scrum argentino era un monstruo temido por todos. Dominaba rivales desde esa formación madre del deporte ovalado; con tamaño, pasión y técnica que lo convertía en el aspecto más destacado del rugby argentino. El scrum era tan importante que llegó a generarse debates sobre si convenía hookear o hacer el empuje coordinado (bajadita). En juveniles se enseñaba casi como una doctrina y desde la emigración del Topo Rodríguez en 1984, los pilares argentinos pasaron a ser un commodity; carne de exportación.
El rugby profesional se nutrió de pilares argentinos y nombres como Pato Noriega, Matías Corral, Mauro Reggiardo, el Turco Hasan, Pato Grau y Rodrigo Roncero se ganaron un espacio en el consciente colectivo de este deporte. Salvo Corral, que abandonó el rugby joven para enfocarse en una exitosa carrera laboral, el resto pudo convertirse en profesionales en los principales equipos del mundo.
Esto le abrió el camino a otra generación más joven, entre la que el más destacado es quien arranca este Rugby Championship y el camino hacia Rugby World Cup 2015 en un lugar de privilegio.
Desde hace varios años que el Toro Ayerza, de 30 años, es considerado uno de los mejores pi-lares izquierdos del rugby europeo. En siete temporadas con el Leicester Tigers -sin dudas entre los mejores cinco clubes del mundo- no ha dejado dudas de su nivel. Desde que lo contrataron en 2006 para lo que el pilar pensaba “sería un año como para probar así volvía a terminar mis estudios”, jugó 170 partidos en un equipo en el que el scrum es importante. Con este club fue campeón inglés en cuatro de sus siete temporadas.
“Hay veces que los hinchas nos prefieren a los primeras líneas por sobre los wings… es impresionante la pasión que tienen”, cuenta en una charla con AlRugby. El scrum es tan importante que la primera línea del club tiene apodo: ABC. Antes del rugby profesional, Leicester usaba letras en vez de números, y la primera línea era el A, B, C. “Pasaron pilares muy importantes por el club, hoy nos entrena un hooker, y desde que estoy jugaron grandes pilares”. Entre ellos, el paranaense Martín Castrogiovanni, quien esta temporada emigró a Toulon.
El Toro, apodo que recibió en las juveniles de Newman porque siempre fue grandote y potente, jugó en Los Pumitas y dos años seguidos en el Mundial que entonces era M21. El mismo año de su segundo torneo, fue convocado para el cierre de la temporada de Los Pumas. Jugaban con Sudáfrica en Vélez Sarsfield fuera de la ventana internacional y se le abrió la chance. “Debutar con los Springboks fue impresionante, jugué 20 minutos”, recuerda de su primer test en 2004, que Los Pumas perdieron 39-7.
En los siguientes años, Ayerza tuvo que competir por el puesto con uno de los mejores pilares izquierdos de la historia del rugby argentino. Si bien sumó 40 tests, sólo 19 fueron desde el arranque, el resto entrando generalmente por Rodrigo Roncero. “Siempre disfruté estar con Los Pumas. Las circunstancias son lo que son; me tocó jugar más en el club que en el seleccionado pero no es algo que pueda cambiar”.
“Todo indicaría que me va a tocar jugar más, pero uno no puede pensar en eso, sólo trabajar para estar listo cuando te convocan”. En ese sentido, Ayerza aprendió del espíritu de trabajo y superación constante del Leicester. “Todo apunta a que se-amos los mejores. Es un ámbito impresionante”.
No debería haber problemas con su lesión: un rodillazo de Bakkies Botha en la clavícula durante los cuartos de final de la Heineken Cup lo dejó afuera del rugby por tres meses. “La verdad que no sé si fue o no con mala intención. Pero ya está, me operaron y la recuperación estuvo buena”.
Le gusta empezar con Sudáfrica porque “juegan un rugby físico, más parecido al nuestro. Y supongo que la presión estará más sobre ellos que nosotros. Pero la realidad es que los tres rivales son muy difíciles”.
Respecto de los cambios en la entrada al scrum, es de los que cree que será bueno para Los Pumas. “Es muy interesante y muy favorable para los pilares ya que se evita el impacto y se prioriza la parte técnica. Creo que los pi-lares van a aprender nuevas mañas”.
“El scrum es una deuda pendiente que tenemos; hay gente que le quita importancia pero es la esencia del rugby. El de Los Pumas hace años que no es dominante y es un desafío en nuestra preparación. Nosotros tenemos que empezar a ganar confianza ahí”. Si bien compartió dos semanas con Matías Díaz, el pilar Pumita que se sumó al seleccionado para el Championship, “no puedo decir mucho porque no lo vi jugar y todavía no entrenamos el scrum”, contaba desde Pensacola, donde vivió su cuarta preparación en el Athletes Performance. La primera práctica de scrum estaba prevista para ayer a la tarde.
Pianista amateur y próximo a ser padre primerizo -la fecha prevista es en la semana posterior al cierre del Rugby Championship en Rosario- Ayerza cree que el scrum volverá a tener preponderancia. Habrá que ver si los referís cumplen con la premisa de que se introduzca la pelota derecha. “El jugador internacional necesita adaptarse rápido. Como me decían en el club, con esta nueva regla vuelve la ‘bajadita'”.
Por: Frankie Deges
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