Willie le Roux está a tres partidos de convertirse en miembro del club centurión. Lograr tal hazaña lo colocaría a la par de muchos grandes sudafricanos como Victor Matfield, Tendai Mtawarira, Bryan Habana y su compañero de equipo Eben Etzebeth, quien recientemente se convirtió en el Springbok con mayor participación en la historia.
El ex apertura convertido en wing y fullback es tan versátil como cualquiera y, con una carrera que abarca catorce años, también es uno de los más conocedores del rugby internacional con la camiseta de su país.
Por eso cuenta con la bendición de Rassie Erasmus: su gran experiencia le permite ver el juego de otra manera, una cualidad valiosa para cualquier entrenador.
A sus 35 años, ha conseguido ser campeón del mundo dos veces; ahora, en camino de alcanzar los cien partidos internacionales, pasará a la historia como uno de los mejores de Sudáfrica.
El ex alumno de Paul Roos se encuentra en el ocaso de su carrera y todavía parece ser uno de los primeros nombres en el plantel de Erasmus, lo que dice mucho de quién es como jugador y como hombre.
“Él [Le Roux] ayuda a los muchachos a entender ‘qué tan importante son los partidos cada vez que se ponen la camiseta verde. ¿Cómo vamos a manejarlo? ¿Cómo vamos a leer al apertura? ¿Cuándo tenemos que cubrir qué espacio?”, explica el entrenador sudafricano.
El momento de la alfombra roja
Una carrera tan buena merece un final con alfombra roja, pero no creo que eso suceda en noviembre.
Los Springboks tienen tres partidos entre el 10 y el 23 de noviembre, lo que sería suficiente para que Le Roux alcance su objetivo, pero ¿es así como quiere celebrar la ocasión? ¿Delante de 70.000 aficionados galeses?
No, él se merece y presumiblemente quiere la ocasión en Sudáfrica, frente a su familia, amigos y fanáticos, como el momento de Eben Etzebeth en el Estadio Mbombela por alcanzar 128 partidos internacionales.
No solo es uno de los pocos Springboks que pueden proclamarse campeones mundiales en dos ocasiones consecutivas, sino que lo ha hecho con tal aplomo que merece la celebración perfecta, que podría ser el último gran hito que alcance en su carrera.
Erasmus cree que le quedan “dos años más” por delante, lo que significa que no hay prisa por alcanzar el centenar de internacionalidades en noviembre, así que ¿por qué no perderse un partido y jugar el centésimo en Sudáfrica?
Chasing the Sun de SuperSport brindó una visión de la psiquis de Erasmus, su compasión por jugadores como Makazole Mapimpi y su capacidad para leer el ambiente; no me sorprendería si quiere conmemorar el momento en suelo sudafricano sabiendo que en casa se sentiría diferente.
Es poco probable que comience con la forma en la que se encuentra Aphelele Fassi, lo que significa que hay una buena posibilidad de que no llegue a los cien el 23 de noviembre, independientemente de cómo se desarrolle el momento, gracias por los recuerdos, Willie.
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