La táctica del Bomb Squad surgió a raíz de Rassie Erasmus y Sudáfrica en 2019, que fue repilcada en 2023 por los Boks de Nienaber para lograr el bicampeonato mundial y generó controversia entre los distintos expertos y entrendores.
World Rugby anunció que no tiene intención de prohibir la división de banca 7-1, insistiendo en que no hay evidencia médica que sugiera que conduce a más lesiones.
El recientemente elegido presidente de World Rugby, Brett Robinson, estuvo de acuerdo en que la división 7-1 plantea preguntas sobre el espíritu del juego, sin embargo, el organismo rector ha señalado que no hay evidencia científica para prohibirla por completo del deporte.
La táctica que tan bien le funcionó a Sudáfrica para lograr dos títulos del mundo, fue replicada en el último tiempo por Fabien Galthié y su Francia, que se consagró en el Seis Naciones, y elevó las críticas del hemisferio norte.
El Bomb Squad recibió varias críticas de todo tipo de figuras del deporte ovalado, pero más notablemente del head coach de Escocia, Gregor Townsend, quien planteó el tema en la conferencia ‘Shape of the Game’ y más tarde después de la victoria de su equipo sobre Gales en la quinta fecha del Seis Naciones. “El banco no estaba preparado para que de repente entrara un nuevo grupo de delanteros”, dijo.
De todas maneras, tras una investigación científica que constató que el Bomb Squad no conduce a las lesiones, World Rugby ya estableció que la táctica no será prohibida y que cada entrenador podrá plantear el banco de suplentes de la manera que más le convenga.
El director ejecutivo de World Rugby, Alan Gilpin, explicó: “Lo analizamos desde una perspectiva científica y médica. ¿Había una opinión clara de que un grupo de jugadores nuevos que entran con 20 o 30 minutos para el final crearía una posición más lesiva, y la ciencia decía que no era así? Desde esa perspectiva, no había razón para considerar cómo podríamos hacer los reemplazos de forma diferente. En definitiva, hay muchas maneras de ganar un partido de rugby”.
espn.com.ar