Desde la próxima temporada estará prohibido en la serie A de fútbol usar camisetas de color verde, para favorecer la “claridad televisiva”, dada la “mimetización” con el césped.
Por ese mismo camino parece ir World Rugby con miras a la Copa del Mundo de 2027. Dado el alto porcentaje de personas que padecen de daltonismo, la federación internacional evalúa como un cambio positivo impedir el empleo de camisetas verdes y rojas cuando se enfrenten equipos que suelen utilizarlas.
En otras palabras, World Rugby no permitirá que jueguen entre sí conjuntos de camiseta roja y camiseta verde, para ayudar a las personas que tienen deficiencia de visión de los colores (CVD, según su sigla en inglés). ¿Cómo lo hará? Obligará a uno de los equipos a cambiar su camiseta. En consecuencia, dos de los diez seleccionados más importantes del planeta, Gales e Irlanda, deberán cambiar la parte más visible de su indumentaria al cruzarse por la Copa del Mundo y en el Seis Naciones.
El seleccionado galés está muy identificado con el rojo, al punto de que su apodo es “El Dragón”, y existen pocos países en el orbe tan identificados con un color como Irlanda con el verde.
En una serie de nuevas normas que presentó World Rugby para a la próxima temporada, éste fue un tema central. En mayo de 2022 se elegirá la sede de la 11ª Copa del Mundo, que tiene como candidatos a organizarla a Australia, Estados Unidos y Rusia. Antes, claro, tendrá lugar Francia 2023.
Ahora bien: ¿por qué la institución rectora del rugby apunta a una enfermedad tan particular, el daltonismo? Sucede que más de 300 millones de personas en el mundo padecen alguna forma de CDV, es decir, aproximadamente un ser humano cada 25 habitantes del planeta. La afección es mucho más frecuente en los hombres. La dificultad con la combinación rojo-verde es la más común y, según estudios, la experimenta alrededor de ocho por ciento del total de los aficionados varones al rugby y 0,5% de las mujeres seguidoras de ese deporte. Ese ocho por ciento de la audiencia masculina implica un número alto de audiencia que, dada la confusión a la hora de mirar un partido, apaga el televisor.
Por eso, luego de un estudio y de un año de observación de la patología, World Rugby identificó las siguientes áreas como aquéllas en las que quienes sufren de daltonismo encuentran los mayores problemas: la indumentaria, la información en el estadio y las entradas, la cobertura de la televisión, y patrocinios y servicios de emergencia.
“El daltonismo es ampliamente mal interpretado y los desafíos para aquéllos que juegan, se entrenan, dirigen y apoyan a nuestro deporte suelen quedar descuidados”, apuntó el presidente de World Rugby, Bill Beaumont. El mandatario, que venció ajustadamente en la última elección al argentino Agustín Pichot, posee esta enfermedad, y en el día del daltonismo eligió hacerle frente. Por eso celebra de la difusión, hace eco de las normas y apunta a cambios. “Estoy encantado de hacer visible esto en su día, para generar conciencia de esta enfermedad. Como alguien que padece de daltonismo, me enorgullece ser uno de los gestores del cambio”, señaló Beaumont.
Por el mismo camino fue Chris Paterson, embajador del rugby de Escocia y ex fullback del seleccionado del Cardo. “Recuerdo estar jugando de noche ante un equipo de camiseta roja oscura, pensar que había un espacio y terminar estampado contra dos adversarios. Uno pasa de estar enfocado en la pelota a estar constantemente escaneando alrededor para tener un panorama claro de lo que sucede”, explicó Paterson.
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