Tras las explosivas declaraciones del coach de los Wallabies, Joe Schmidt, sobre la limpieza en un tackle de los Lions, World Rugby respondió con firmeza, lamentando los comentarios y poniendo en valor la protección de los árbitros y su compromiso con la seguridad en el rugby. Un debate que va más allá de un tackle.
La reciente victoria de los British & Irish Lions sobre Australia, marcada por un polémico tackle no sancionado a Jac Morgan, encendió la mecha de la controversia. Joe Schmidt, el entrenador de los Wallabies, no se guardó nada post-partido, calificando la decisión de “equivocada” y sugiriendo que “no está a la altura del gran esfuerzo por la seguridad de los jugadores del que están hablando (World Rugby)”.
Estas declaraciones, provenientes de un entrenador con pasado en el mismo organismo rector, no cayeron bien. Alan Gilpin, director ejecutivo de World Rugby, no tardó en responder, calificando los comentarios de Schmidt como “decepcionantes”.
La defensa del bienestar del jugador y el rol de los árbitros
En un evento donde se revelaron detalles sobre la venta de entradas para la Copa del Mundo de 2027, Gilpin fue contundente al defender la postura de World Rugby. “Es decepcionante cuando la reacción es ‘esto significa que el bienestar del jugador no se toma en serio’ porque hemos trabajado muy duro en esa narrativa”, afirmó.
El ejecutivo subrayó el compromiso inquebrantable del organismo con la seguridad, mencionando iniciativas como los protectores bucales instrumentados, la vasta investigación científica y la evolución constante de las reglas del juego. “Todo se centra en la pregunta: ¿cómo podemos celebrar esta gran competición física, pero con la mayor seguridad posible?”, enfatizó Gilpin, quien, sin embargo, confirmó que Schmidt no enfrentará medidas disciplinarias por sus palabras.
El precio de la crítica pública: Un llamado a la solidaridad
Más allá del incidente puntual, el director ejecutivo de World Rugby aprovechó para hacer un llamado de atención sobre las consecuencias de la crítica pública hacia los árbitros. Recordó episodios pasados, como las fuertes críticas al árbitro del primer test de la serie Lions en Sudáfrica, que derivaron en problemas de salud mental para los oficiales y ataques a sus familias.
“Wayne Barnes ha hablado de ello. Tenemos árbitros que, cuando son criticados públicamente, ven a sus familias siendo atacadas fuera de las puertas del colegio”, lamentó Gilpin. “Eso no es bueno, no es justo y no está bien, así que tenemos que apoyar a estos muchachos”.
Las palabras de Gilpin no solo buscan aclarar una situación puntual de partido, sino también reforzar un mensaje clave: la seguridad y el respeto en el rugby son pilares que involucran a jugadores, entrenadores y, fundamentalmente, a quienes imparten justicia en el campo. Un recordatorio oportuno sobre los valores del juego en medio de la alta competencia.