Cada martes de carnaval y miércoles de ceniza, se realiza en un pueblo del centro de Inglaterra un partido de fútbol-rugby con dos reglas: no matarás a un rival y no esconderás la pelota. Cada año se tienen que atender a participantes con tobillos rotos y costillas fracturadas… pero todo se desarrolla con un gran espíritu de ‘fair-play’, según aseguran los competidores.
Desde el siglo XII, cada Martes de Carnaval y cada Miércoles de Ceniza, Ashbourne, un pintoresco pueblo de Derbyshire, en el centro de Inglaterra, se divide en dos bandos: por un lado están los chicos de arriba (Up’ards), residentes al norte del río Henmore. Enfrente, los muchachos de abajo (Down’ards), pertenecientes al sur.
Los dos equipos, compuestos cada uno de ellos de varios miles de aldeanos, se enfrentan durante horas en el “Royal Shrovetide football”, un duro pero espectacular combate por un balón. El objetivo del juego es simple: golpear con el balón de cuero y relleno de corcho la piedra de moler ubicada en el campo adverso. El pequeño problema es que las dos piedras están separadas por una distancia de cinco kilómetros y por el río, que es donde acaba centrándose, y decidiéndose, esta peculiar competición.
Es una mezcla de fútbol y rugby primitivos, de antes de que se inventasen las reglas que rigen estos dos deportes. Las tres normas existentes en esta prueba no han variado desde hace siglos. Y el resto está permitido en este partido que se juega al aire libre, en las calles, campos, casas y hasta en el interior de los bares, en cualquier lugar donde pueda estar el balón.
Una prueba dura y violenta
La prueba es dura y violenta. Cada año se tienen que atender a participantes con tobillos rotos y costillas fracturadas… pero todo se desarrolla con un gran espíritu de ‘fair-play’, según aseguran los competidores. “Cuando uno se cae, generalmente se le ayuda a levantarse”, explica Roy Murfin, de 54 años, que ha sufrido varias roturas de tobillos y de costillas en los años en los que ha participado.
Tampoco se trata de un simple partido para pasar el día. Algunos se preparan físicamente desde Navidad para estar listos para la pelea y para llevar al autor del gol que marca el final del encuentro a hombros hasta el pub Green Man. Esta prueba recibió el título de ‘real’ desde que asistiese a ella en 1928 el futuro rey de Inglaterra Eduardo VIII. El príncipe Carlos, ferviente defensor de las tradiciones rurales, asistió a la prueba en Ashbourne en 2003.
Generalmente, el partido comienza a las 14 horas (hora local), después de que la multitud haya entonado el “Auld Land Syne” “(“Hace mucho tiempo”, una canción tradicional escocesa) y el himno nacional “God Save The Queen” (“Dios salve a la Reina”). Si ninguno de los dos equipos logra marcar un gol antes de las 22 horas, el partido se da por finalizado. El partido de este martes lo ganaron los Up’ards tras tres horas de juego. Los Down’ards tendrán la revancha este mismo miércoles.
Este sábado, el puntero Toulouse con el regreso del centro de Los Pumas, Santiago Chocobares y Efraín Elías ingresando a los 57 minutos, el líder de esta competencia, se despachó...
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