La reserva moral de los clubes

Casi un siglo y medio atrás, allá por 1873, se jugó el primer partido de rugby en nuestro país. En las fueras del planetario de la Ciudad de Buenos Aires se disputó el primer partido entre socios del entonces Buenos Aires Cricket y Football club.
Años más tarde, cinco clubes pioneros del rugby en la Argentina fundaron The River Plate Rugby Football Union, la entidad antecesora de la Unión Argentina de rugby. Buenos Aires, Lomas, Atlético del Rosario, Belgrano Athletic y Flores Rugby club fueron los encargados de dar el puntapié inicial del rugby en nuestro país.
Al comienzo solo lo jugaban descendientes de ingleses o de origen británico, pero o a poco el rugby fue arraigándose a las costumbres de estas tierras.
En 1911 el Club Gimnasia y Esgrima se alzó con el torneo y se convirtió en el primer equipo criollo en ganar la competición.
Estos clubes de origen inglés y de edad centenaria fueron los que marcaron un camino para los demás. Un sendero que luego fue recorrido por muchos otros clubes, que utilizaron el rugby como una herramienta inigualable para transformar y mejorar a los individuos a través de la práctica deportiva.
Hoy, el presente es auspicioso. Los clubes se han diseminado a lo largo y ancho del país y ya hay más de 500 instituciones deportivas donde se practica rugby.
Además, un dato alentador. Los clubes de rugby conservan sus tradiciones y valores de antaño, y quienes los integran crecen y se desarrollan exhibiendo algo tan importante como identidad y sentido de pertenencia.
Pero las historias de nuestros clubes no solamente deben enorgullecernos por su tarea social o por ser un reservorio moral de los valores y tradiciones de nuestro deporte.
En ese sentido, muchos clubes de nuestro país han llevado adelante verdaderas gestas deportivas que son dignas de mencionar.
El pionero de los hitos rugbísticos fue el club Pucara que en el año 1952 venció al seleccionado de Irlanda por 11 a 6. Esa gesta fue imitada por otros colosos del Rio de la Plata. El San Isidro Club venció al Seleccionado de Fiji el 25 de Octubre de 1980 por 28 a 11. Asimismo, logró dos empates con sabor a proeza. El 23 de Septiembre de 1972 empata en 13tantos frente a los poderosos Gazelles sudafricanos. Años después, el 10 de Octubre de 1987, iguala en 22 puntos contra los fabulosos Wallabies.
En tanto el club Banco Nación, aquel equipo del ensueño de las décadas del 80 y 90, alcanzó la hazaña de vencer al seleccionado de Inglaterra en el estadio de Velez el 14 de Julio de 1990 por 29 a 21.
Esta visto. Nuestros clubes son el gran orgullo del rugby argentino, donde conviven las hazañas deportivas del pasado con su innegable labor social que colabora de manera silenciosa con la comunidad donde se desarrollan.
Nuestro desafío como hombres de rugby debe pasar por fortalecer y desarrollar a nuestros clubes, como presupuesto para que el rugby argentino siga gozando de buena salud…
Por Sebastian E.PERASSO