Tras haber tenido al mando varias concentraciones nacionales juveniles, conversamos con el Head Coach del M20 José “Cochi” Pellicena sobre el panorama general de lo que pasó en este breve tiempo al mando y en lo que está por venir. Lo cuenta el mismo “Cochi”.
“Lo que vimos y vemos es una excelente actitud y predisposición de los chicos, dispuestos a mejorar. Están muy abiertos a mejorar, en todo: en Rugby, en lo individual, en las destrezas por puesto y con vocación para también mejorar y optimizar el trabajo de equipo y de situaciones de grupo, todo ello, sin dejar de lado en algo que hemos hecho hincapié desde el primer momento y que es pata fundamental para la UAR: El crecimiento y mejoría de la parte humana. Hacer foco en la convivencia en general, no sólo en la de su vida deportiva sino en su vida fuera del rugby. Queremos personas de bien, buenas personas, buenos estudiantes… Que sean personas sólidamente formadas desde lo humano. Sin eso, en general es difícil conseguir resultados de cualquier índole”.
“Ellos tienen que tomar conciencia de la importancia que esto conlleva. Si hacen bien esto, van a jugar mejor. La parte extra rugbística es mucho más importante que la otra. La UAR quiere formar buenas personas y no dejar las prioridades de lado por lo exclusivamente deportivo”.
“Nosotros queremos y tenemos que ayudarlos en su formación integral y ya hemos visto cosas reflejadas. El grupo ha respondido a estas premisas. El grupo -todo el grupo de jugadores con lo que ya hemos interactuado en las diferentes concentraciones post mundial- han respondido satisfactoriamente. Y eso nos da cierta tranquilidad en tanto y en cuanto fueron nuestras primeras concentraciones”.
“Los chicos disfrutan del partido, de la CNJ, de los entrenamientos y eso es un buen signo. Están en un proceso de crecimiento. Queremos que disfruten, pero que el disfrute sea bien entendido. Tienen que tomar las cosas muy en serio, sacarle mucho provecho a cada momento. Los chicos han tenido una mejoría notable en el partido ante Mar del Plata, que fue el último que jugamos unas semanas atrás, en el que se soltaron… estuvieron muy bien. ¿Si hay cosas por mejorar y perfeccionar? Un montón, pero fue realmente bueno”.
“Todos somos funcionales y trabajamos de manera interrelacionada para que las mejorías generales personales y grupales que vemos y que los chicos están ávidos por tener, efectivamente estén presentes y se vayan profundizando”.
“A los chicos se los estimula a que a algunos puedan cambiar sus puestos, por eso trabajamos en destrezas específicas por puesto, pero por grupo de jugadores: Los tres del fondo, segundas y terceras líneas, los primeras líneas, los centros… Los chicos son curiosos y quieren en muchos casos, tener una oportunidad jugando en un puesto diferente al que juegan habitualmente… nos ha pasado que nos digan –y es un ejemplo- “yo juego de fullback, también me han puesto de centro, pero yo quisiera ser Apertura”. Mientras más jugadores podamos tener que cubran más de un puesto y sobre todo, en los backs, mucho mejor. Si un jugador se puede mover allí, está buenísimo. Queremos que los chicos tengan la capacidad de ver, decidir y hacer lo más amplia posible”.
“Los chicos nos llegan bien. Por ahí entrenamos mucho gesto técnico y no tanto la toma de decisión sobre ese gesto técnico. Estamos enfocados en entrenar ese gesto pero aplicado a una situación de juego. Estamos transitando un camino de mejoras constantes. ¿Con eso, ya está? La respuesta es “No”. Nos falta por recorrer un amplio trecho, pero estamos en una dirección correcta. No es que hay un final de este camino. Uno nunca deja de aprender. No es que vamos a poder decir “llegamos” porque en realidad, siempre vamos a estar detrás -porque lo vienen trabajando desde hace décadas antes que nosotros- respecto a Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia en cuanto a cuestiones relacionadas con la educación física de los chicos de primaria y secundaria. Estamos acortando esa brecha, que antes era amplísima y hoy es un poco menos amplia, y nos falta bastante camino por recorrer”.
“En Nueva Zelanda, a edades tempranas (13-14 años), ellos están muy adelantados en lo que es el desarrollo de su parte física en el ámbito colegial, como currícula, como materia. Nosotros estamos muy atrás allí, pero si bien no tenemos esa posibilidad en los colegios, sí hay una chance de trabajo en ese sentido si lo hacemos en los clubes. Los chicos pasan mucho tiempo en el club, viven el club, y nuestro clubes son el lugar en el que podemos trabajar”.
“Nosotros no tenemos la receta mágica y no existe una receta mágica ni cosas que se hagan de manera espontánea. Todo es discutible, tenemos ideas pero son para sentarnos y debatirlas y adaptarlas a cada club, con sus particularidades y sus realidades y eso ya representa un paso adelante: poder contar lo que vimos y nos mostraron en los colegios de Nueva Zelanda, lo que nos pusieron a disposición, cómo lo aplican, cómo se establecen sus parámetros y en base a eso, buscar los nuestros”.
Comunicación UAR
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