Con los históricos triunfos ante Sudáfrica y Australia como puntos altos del trabajo que efectuó desde que asumió al frente de Los Pumas, el entrenador argentino cerró el 2018 con un saldo desfavorable desde lo numérico, aunque con un plan integral que puede rendir frutos a futuro. En A Pleno Rugby analizamos sus primeros 10 partidos al frente del equipo.
Se fue la temporada 2018 para el seleccionado argentino en un ciclo atípico que se inició bajo al mando de Daniel Hourcade y que concluyó bajo la impronta de Mario Ledesma. Y más allá que las frías estadísticas reflejan 11 derrotas en los 13 encuentros que disputaron los argentinos a lo largo de este año, la sensación, a pesar de los puntos a corregir, es que se está gestando un proceso positivo que puede explotar en Japón 2019.
Por lo pronto y desde que la UAR decidió dar un cambio de timón tras los tres reveses que recibió el equipo en la pasada ventana de junio, Ledesma desembarcó con la idea de trasladar el buen envión de Jaguares al seleccionado nacional.
Y ese objetivo lo cumplió en parte, dado que el equipo respondió durante el Rugby Championship donde alcanzó dos históricos triunfos ante Sudáfrica y Australia -primer éxito después de 35 años en suelo Aussie-, aunque luego sufrió un claro declive con las derrotas previsibles ante los All Blacks y el sinsabor que le dejó el traspié ante los Wallabies en Salta.
Con un plantel reducido y con muchas bajas en puestos claves (Herrera, Tetaz Chaparro y Figallo en la primera línea), el head coach se vio obligado a acelerar el proceso de reinserción de nuevos valores que debieron testearse en el primer nivel internacional y allí surgió la primera dificultad: el scrum.
Ese fue el karma nacional en esta serie de cuatro encuentros por Europa, que se potenció por algunos desajustes defensivos que le permitieron al rival de turno encontrar facilidades para marcar. En estos diez encuentros, el seleccionado albiceleste recibió 306 puntos (41 tries), con un promedio que supera las cuatro conquistas en contra por test.
El contrapunto lo marcó el aspecto ofensivo donde sus wines -gran temporada de Bautista Delguy-, fueron las principales cartas ofensivas para marcar 25 tries aportando 225 tantos en la misma cantidad de encuentros.
Si bien sólo quedan tres partidos por delante antes del debut ante Francia en Japón – los encuentros correspondiente a la abreviada versión del Rugby Championship-, da la sensación que este mismo equipo -reforzado con los jugadores que militan en el exterior-, y junto a un tiempo de rodaje, trabajo y descanso adecuado, puede volver a dar la nota en una Copa del Mundo. La materia prima, esencial para detrás de ese sueño, se mantiene inalterable.
Por: Esteban Chamas (@echamas)
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