El presente de la franquicia argentina no es casualidad, sino que es resultado de un sistema que se viene desarrollando desde 2008 por parte de la UAR y hoy celebra todo el rugby nacional.
Para lo que algunos fue la consumación de algo histórico e irrepetible como el tercer puesto obtenido por Los Pumas en el Mundial de Francia 2007, para la Unión Argentina de Rugby fue el punto de partida de un plan a largo plazo. Ese mismo que hoy, poco más de diez años después, llevó a Jaguares a disputar una final de Súper Rugby.
Con este cambio de paradigma, la UAR impulsó un proyecto de Alto Rendimiento en 2008 a largo plazo y con el objetivo de captar jugadores de todo el país para formarlos en el rugby de elite y prepararlo para cuando les toque jugar en el seleccionado Mayor.
El primer paso fue desarrollar el Plan de Alto Rendimiento, anteriormente conocido como Pladeres, que hoy en día se transformaron en las Academias. La intención de este proyecto era volver a las bases del rugby argentino, es decir, generar una suerte de retroalimentación con las uniones, a través de sus clubes.
“Lo que buscamos fue diseñar e implementar un plan de alto rendimiento que nos permitiera en un lapso de tiempo a largo plazo ser competitivos a nivel mundial. Que los resultados que pudiésemos alcanzar no sean frutos de una epopeya sino de un sistema propio”, explicó Marcelo Rodríguez, presidente de la UAR, en diálogo con Infobae.
De esta manera, lo que se busca es capacitar a los clubes a través de entrenamientos abiertos y clínicas brindadas por la propia UAR para intercambiar información y llevar un seguimiento semanal de los juveniles a partir de la categoría Menores de 15. Estos chicos van a ser potenciales jugadores de alto rendimiento. Por eso el trabajo es en conjunto con todos los clubes y uniones de forma constante, con resultados y estadísticas reales, cuantificables.
Antes, los jugadores se desempeñaban en sus clubes a nivel amateur y debían entrenarse por su cuenta para que, una vez siendo mayores, su preparación y talento los lleve a Los Pumas o a jugar en el exterior para realizar una carrera profesional. Ahora, los rugbiers más destacados son captados desde los 15 años y la UAR los acompaña en toda su formación, pasando por las distintas categorías y equipos que se encuentran bajo su supervisión. Esto no solo hace que los jugadores tengan un desarrollo más temprano -lo que mejora su rendimiento- sino que les ofrece poder desempeñar una carrera en su país, sin la necesidad de buscar clubes en el exterior.
Actualmente, la Unión cuenta con cinco Academias distribuidas en distintos puntos del país. Ellas son: Buenos Aires (con sede en el CASI), Noroeste Argentino (en el Club Los Tarcos de Tucumán), Oeste (en la Unión de Rugby de Cuyo), Centro (en el Club Bajo Palermo de Córdoba) y Litoral (en el Old Resian de Rosario). Entre todas, reciben semanalmente a más de 280 jugadores, entre oficiales e invitados.
Allí, los que forman parte de este sistema reciben las siguientes atenciones por parte de la UAR, sin costo alguno, tres veces por semana:
Entrenamiento: Personalizado para cada puesto, análisis de video y plan por objetivos.
Preparación física: Personalizada en función de cada puesto.
Nutrición: Seguimiento individual y con planes estrictos de alimentación.
Médico: Asistencia personalizada, obra social y control sanitario completo.
Rehabilitación: Asistencia en caso de lesiones.
Estudios: Seguimiento en su carrera escolar y posibilidad de una beca universitaria.
Equipos: Ser parte de los equipos que nos representan en competencias de World Rugby: Los Pumas, Jaguares, Argentina XV, Pumas 7s, Pumitas, Selección M18, el flamante Jaguares XV o los distintos seleccionados femeninos.
Además, con la intención de capacitar y formar jugadores mejores para los clubes, la Unión estableció un un programa de fortalecimiento del rugby amateur: los Centros de Rugby, en los que se identifican perfiles desde M15 en adelante. Estos chicos pueden llegar a ingresar en un futuro en las Academias y al sistema de Alto Rendimiento. Alrededor de 1000 chicos entrenan en los Centros de Rugby entre m15 y m18. Hay 17 centros ubicados a lo ancho del territorio argentino: Salta, Santiago del Estero, Tucumán, Corrientes, Chaco, Misiones, Entre Ríos, Santa Fe, Rosario, Córdoba, San Juan, Mendoza, Neuquén, Mar del Plata y Buenos Aires (3).
El alto rendimiento cuenta con 314 jugadores: 286 varones y 28 mujeres, entrenando con un determinado perfil de selección. De los hombres, 110 son seniors (38 en Jaguares, 49 en Argentina XV y 24 en Pumas 7s) y 176 son juveniles (83 de M20 y 93 de M18). Por el lado de las chicas 21 son del seleccionado mayor y 7 son juveniles.
Todo este trabajo que la UAR viene desempeñando hace tiempo y que es ajeno para aquellos forasteros del mundo de la ovalada, es lo que llevó a la franquicia argentina dirigida por Gonzalo Quesada a disputar su primera final del torneo de equipos más importante del hemisferio sur, a cuatro años de su creación.
Para que lo entiendan aquellos que no están tan empapados con el rugby y ponerlo en un caso más popular como el basquet: es como si la Confederación Argentina de Basquetbol formara un equipo solamente de jugadores argentinos -porque lo que se busca es impulsar el desarrollo del deporte local-, lo pusiera a competir en la NBA de Estados Unidos y en solo cuatro años esta franquicia alcance las finales por el anillo. Algo, cuanto menos, impensado.
“Ver dónde estamos hoy nos pone contentos porque superó las expectativas. Nosotros pensábamos que los resultados iban a tardar más en llegar. Afortunadamente, en la cuarta temporada estar en una final de Súper Rugby es algo que nos estimula a seguir profundizando nuestro trabajo. Siempre pensando que estos son los primeros frutos que se cosechan después de años de trabajo. Esto hay que seguir sosteniéndolo en el tiempo con mucho compromiso y humildad porque esto recién empieza y falta mucho”, aseguró Rodríguez desde Nueva Zelanda, donde se encuentra acompañando al plantel.
Con solo repasar el plantel de Jaguares alcanza para visualizar los resultados de este método que se viene desarrollando. De los 40 jugadores que Quesada utilizó esta temporada, 29 están dentro del proyecto de la UAR desde que son menores, por lo que su vínculo con el Alto Rendimiento viene desde Pumitas.
Un ejemplo concreto de todo este proceso es el pilar Mayco Vivas, quien debutó en la primera fecha de 2019 ante Lions y a partir de ahí pasó a ser una fija en el plantel de Quesada. A los 21 años disputó 16 de los 18 encuentros que lleva jugados la franquicia (11 como titular). Además, integra la lista de preconvocados para el Rugby Championship.
Lejos de ser una sorpresa, el pilar pasó por todas las etapas del sistema de competencias de la UAR: lo vieron en su club de Rafaela, CRAR, y empezó a entrenar en la Academia de Rosario. Luego jugó en Atlético de Rosario, dos Mundiales juveniles (2017 y 2018) y fue parte de la gira de noviembre de Los Pumas en 2018. Su caso es solo uno de todos los jugadores que este proyecto a largo plazo formó.
Con el Rugby Championship como próxima competencia que afrontará el seleccionado de Mario Ledesma y con el Mundial de Japón a la vuelta de la esquina, el resultado de este método también quedó plasmado en la lista de preselección que entregó el head coach y de donde saldrá el plantel definitivo que dispute ambas competencias. De 46 citados, 41 se desempeñan en Argentina bajo los distintos equipos de la UAR, 37 son parte de Jaguares.
Si bien todo el público argentino anhela que el equipo nacional consiga un triunfo este sábado por la madrugada (desde las 4.30) ante Crusaders, en el AMI Stadium de Christchurch, una derrota no representará un fracaso. Ser subcampeón del Súper Rugby, un torneo que agrupa a los mejores jugadores (profesionales) del mundo desde 1996, es algo superlativo para un plantel argentino formado en 2016 y que cuenta con una estructura de diez años.
“El resultado de mañana no cambiará nada de nuestro plan. Sí sería un gran premio al esfuerzo y una recompensa a lo que se viene trabajando hace años. Jaguares fue haciendo camino al andar, desde que inició con (Raúl) Aspirina Pérez cuando ninguno de nosotros tenía experiencia en este torneo, con el paso de Mario (Ledesma) y la llegada de Gonza (Quesada). La verdad que todo esto es parte de un proceso que cada uno le fue agregando valor y perfeccionándolo. Gane o pierda esto es una alegría porque el proceso fue virtuoso. Pase lo que pase hay que seguir con el proceso y el compromiso que nos trajo hasta acá”, concluyó el dirigente.
Por Martín Luciano Insaurralde
www.infobae.com
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