Gonzalo Quesada, Head Coach de la franquicia Argentina, Jaguares, ya retomó con su actividad diaria tras la Copa del Mundo y ya tiene puesta la mirada en el debut del Súper Rugby 2020, cuando el próximo 1 de febrero su equipo reciba a Lions en el Estadio José Amalfitani.
¿Quién puede dudar de que el ex apertura de Los Pumas, es un improvisado, a la hora de planificar una pretemporada y un proceso técnico-táctico de cara a una difícil y dura competencia como lo será la próxima edición del Súper Rugby? Y la respuesta es simple y concreta. Nadie y ya lo dejó demostrado con haber llegado a la final en su presentación al frente de Jaguares.
Quesada en su primer incursión como técnico de la franquicia nacional junto a Juan de la Cruz Fernández Miranda y Andrés Bordoy, puso a Jaguares en la tapa de todos los diarios del mundo ovalado tras haber conseguido el subcampeonato en el torneo más difícil del hemisferio sur y uno de los más importante a nivel internacional.
La derrota ante Crusader en la final del Súper Rugby por 19 a 3, disputada el 6 de Julio del corriente año en la ciudad de Christchurch y ante el múltiple campeón que tiene este torneo, dejó en claro que cuando las cosas se hacen a conciencia, con conocimiento y empatía con los jugadores y por sobre todo con dedicación, alcanzar un objetivo fijado no es para nada utópico.
Por eso Quesada ni bien sus dirigidos pisaron la nueva Casa Jaguares, el pasado 25 de noviembre, expresó: “Teníamos la idea de arrancar con los jugadores que no habían ido al Mundial y en segundo término sumar a los que estuvieron en Japón. Pero finalmente empezamos todos juntos. Hubo un buen corte y descanso necesario para arrancar la pretemporada”.
“Hay tres factores donde se apoya la performance del equipo: el nivel de los jugadores, la cantidad y calidad del staff y la infraestructura”.
“Hoy tenemos Casa Jaguares que es nuestro lugar. Es una buena noticia contar con este espacio que tiene todo lo necesario para un equipo del nivel de Jaguares”.
“El muy buen laburo de todo el staff y las ganas de los jugadores concretaron un trabajo invisible de meses, que dio sus frutos y le permitió a los chicos nuevos estar a la altura necesaria para competir en el Super Rugby”.
“El año pasado también hubo que sustituir a jugadores y líderes de peso dentro y fuera de la cancha. Esto nos permitió ampliar la base, preparar jugadores para este nivel y darles oportunidades de jugar”.
Por Martín Quetglas/Jaguares
Foto: Jaguares
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