“Lo de hoy fue un llamado de atención”. La frase de Gonzalo Quesada pasó inadvertida entre tanto concepto que suele regalar en head coach de Jaguares en sus conferencias de prensa. Parece cassettera, pero reúne todo lo que tiene que tener en cuenta para el futuro. Tuvo de los peores 40 minutos que se vieron en su ciclo, pero demostró tener la personalidad para darlo vuelta en el segundo tiempo. Algo que le alcanzó contra Reds, pero las palabras del entrenador advierten que deberán estar atentos porque no será suficiente contra rivales más exigentes. Como Stormers, que está invicto y será el próximo rival de la franquicia argentina.
La primera conclusión rápida que deja la victoria por 43 a 27 es que en Vélez jugaron dos equipos argentinos. En el primer tiempo, uno impreciso con la pelota y perdido cuando lo atacaron. Nada que ver con el XV agresivo para defender e implacable de zona de 22 en adelante que lo remontó en la segunda mitad. Quesada dio a entender que el equipo necesitaba un par de gritos más que una corrección táctica: “Tratamos de sacudir un poco al equipo de ver qué estaba pasando, más allá de los méritos de Reds. Nos dijimos algunas cosas con respeto”.
Debió ser la primera vez en la era Quesada que la franquicia argentina se fue al vestuario con 24 puntos recibidos en un partido Vélez. “Hubo mucho tackle errado y situaciones que no estamos acostumbrados.”, puntualizó. Fue una semana con muchos contratiempos para armar el XV. Para darse una idea, 48 horas antes del partido sufrió las bajas imprevistas de Agustín Creevy y Jerónimo de la Fuente, que no se llegaron a recuperar a tiempo de sus molestias. “No lo ponemos como excusa, pero fue una semana rara. Muchas de las situaciones donde hicimos algunos errores vienen de la falta de coordinación del equipo, que terminó armándose para el próximo partido”.
El maul fue la llave para que Jaguares revirtiera un desarrollo totalmente desfavorable. No sólo lo mantuvo en partido cuando Reds hacía estragos en su defensa. También fue el arma para darlo vuelta en el segundo tiempo, cuando los australianos habían cedido la iniciativa. Quesada lo ponderó: “Es parte de las armas del equipo que son conocidas. El planteo era distinto, pero con el correr del partido pasamos a apoyarnos ahí”.
Jaguares cerró su primera etapa de localía con un balance de dos victorias (Lions y Reds) y una derrota (Hurricanes). Ahora afrontará una exigente gira por Sudáfrica de tres partidos ante Stormers, Bulls y Sharks. Quesada dijo que seguramente no podrá contar con Creevy y que evaluarán a De la Fuente cuando lleguen a Ciudad del Cabo después de un viaje desgastante, donde primero harán escalas en San Pablo y Johannesburgo. Incluso se permitió hacer un poco de autocrítica: “Nos apuramos en rotar tanto al equipo antes de que termine de encontrar sus bases. Hay un poco de responsabilidad también”.
No es habitual recuperarse de una desventaja de 24-7. Menos aún con un plantel diferente al de la temporada pasada, con más jóvenes con proyección y algunos consagrados que ya no están como Pablo Matera o Ramiro. Por eso, la fortaleza mental sea quizás lo que más rescate Quesada en su última noche antes de partir a Sudáfrica: “Fue acomodar un poco las ideas. Somos un equipo en reconstrucción que encontró los recursos para ganar. Supimos tener el carácter para ganar”.
Por: Agustín Monguillot
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