El presidente de la Unión Argentina de Rugby, habló en exclusiva con CORDOBAXV del enorme desafío que tienen por delante, pensando en enfrentar la pandemia y se refirió a la situación contractual de los jugadores que están a cargo de la UAR. Además entregó precisiones sobre el calendario que se viene. Más detalles a continuación
-¿Cómo es el presente de la UAR teniendo en cuenta lo que está pasando en el mundo del rugby?
– Es un presente desafiante: jamás nos imaginamos un contexto como el que estamos atravesando, no estaba en los planes de nadie, nos ha puesto a todos a prueba este momento en cuanto a nuestro carácter, el temple, la organización y la capacidad de planificar, programar y repensar un montón de aspectos. Lo primero que resolvimos fue poner por delante de todo la seguridad y la integridad del rugby argentino y, de ahí en más, analizar un montón de otras cuestiones que se desprendieron de eso.
-¿Cómo está la Unión Argentina económicamente teniendo en cuenta todos los recortes salariales que uno observa en todas las uniones del mundo?
-La UAR no escapa a la realidad que vive el mundo y las demás uniones. Afortunadamente nos agarró con una guardia bien sólida y solvente, pero el impacto del parate en la competencia es de dimensiones colosales. Será tremendo y la Unión Argentina no va a escapar a eso, por lo tanto, nos estamos preparando para tomar algunas acciones importantes y poder afrontar un año con muy poca competencia internacional que es la que nos genera el 95% de los ingresos.
-¿Se van a producir quitas en los salarios de los jugadores en los distintos niveles como está sucediendo en Australia, Inglaterra, Gales, Irlanda y Nueva Zelanda?
– Se están estudiando diversas acciones, este momento cuenta con la comprensión de todos. Sabemos que es una situación difícil y por eso tenemos que reestructurar muchos desafíos, pero descontamos con la predisposición de todos.
-¿Qué intuís que se va a poder jugar en el 2020?
– En el plano internacional y a partir de hipótesis que hoy son muy difíciles de cumplir, te diría que es muy poco probable que el Súper Rugby se dispute. Las semanas que fueron pasando sin competencias en un calendario tan cargado como teníamos previsto, es irrecuperable. Creo que va a ser difícil que se juegue la ventana de julio sobre todo porque nos tocaba enfrentar a dos países que fueron fuertemente golpeados por el COVID-19, como Francia e Italia. El Rugby Championship, que es un torneo muy importante para nosotros, se está repensando, analizando distintas variantes, pero esperamos que de alguna manera se pueda cumplimentar. Vamos a tener que tener en cuenta la evolución día a día de esta pandemia y de las normas que cada una de las naciones van a ir dictando porque cuando tenés fronteras cerradas, por más voluntad que tengamos, esas normas se van a respetar. La ventana de noviembre también es muy importante, pero habrá que ver como evoluciona Europa para ese entonces. Y desde el punto de vista interno, estamos revisando los modelos de competencia regionales, interregionales, Torneo del Interior y Nacional de Clubes, porque el calendario se va achicando a medida que pasa el tiempo, pero es una tarea incesante de seguir imaginándonos que puede llegar a pasar. Hoy pensamos en comenzar una competencia interna en julio. ¿Qué pasará para esa fecha? No lo sé ni yo ni nadie, es un anhelo y una esperanza que tenemos pensando en poner en funcionamiento otra vez nuestra competencia.
-Evidentemente es un golpe fuerte el que está sufriendo la industria del deporte por todo lo que conlleva no tener un espectáculo deportivo en marcha, ¿cómo va a afectar a los recursos humanos involucrados en todo esto?
– Lo que hoy estamos viendo no sé si vio alguna vez en la historia del mundo: hay situaciones que son extremas tanto desde la macro economía y después analizando la situación de cada uno de nosotros en forma individual porque nadie está ajeno a este tremendo golpe y lo que está pasando en el deporte. Si en esta actividad no hay competencia, no hay trabajo y eso es tremendo. Detrás de cada evento deportivo, de cada competencia, no solamente están los jugadores, staff de entrenadores, hay ciento de personas trabajan en el entorno a un partido, un espectáculo y hoy nada de eso se puede llevar adelante.
-Se escucha todo el tiempo en la prensa internacional que Argentina no es viable y no es rentable para que forme parte del Súper Rugby o el Rugby Championship como menospreciando lo que es el rugby argentino, ¿cómo lo tomas a esto?
– Tengo una opinión muy particular al respecto. Creo que esto es la opinión de una minoría nada más, como en todas las cosas de la vida en donde siempre aparecen las personas que se quejan de todo, pero tengo la obligación de transmitir cuál es mi experiencia personal a la hora de sentarme en la mesa junto con otros dirigentes que forman parte de SANZAAR (Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica) en donde escucho información de primera mano y no leyéndola en algún medio de comunicación en particular, y Argentina está excelentemente conceptuada y más allá de la logística, la cuestión geográfica y todo lo que quieran decir, la verdad es que todos quieren jugar con Los Pumas y Jaguares. Esto en algunos pocos genera incomodidad, pero en la gran mayoría genera muchas ganas de jugar con nosotros. Los países del hemisferio sur quieren y les gusta jugar con nosotros.
Con el tema de las elecciones de World Rugby, se está hablando mucho del poder que tiene el hemisferio norte sobre el sur ¿es realmente así?
– Las uniones europeas han generado un conglomerado compacto, sólido y no quieren compartir absolutamente nada; se sienten cómodos como están, ese famoso statu quo del cual nosotros pedimos salir urgente de allí para poder tener otro estilo de competencia en el mundo, para que todos tengamos igualdad de oportunidades, esto le interesa bastante poco a estos países, entonces muchas veces se reciben respuesta insólitas o rozando lo irrespetuoso. Es cierto que estos países han desarrollado distintos productos comerciales que le generan importantes ganancias y de alguna manera no están interesados a revisarlo. Lo incompresible de todo esto, es que los nuevos modelos de competencia especialmente el que presentó Agustín Pichot el año pasado, tampoco quiso ser revisado a pesar de que generaba un 40 % más de ingresos para todos, y sin embargo no se trataba de un modelo económico sino de una planificación sustentable para todos los países del mundo y la verdad es que no hemos encontrado oídos para eso y esa es la principal fortaleza que tiene Agustín, de estar convencido de que hay que generar cambios, que esos cambios hay que hacerlos ahora, que queremos ir por un rugby más inclusivo, más abierto, en donde haya más igualdad para todos, que podamos englobarnos en un calendario que le sirva a todos, que puedan competir los clubes y a la vez los países, es un desafío grande el de romper ese statu quo.
-¿Se está tomando dimensión del significado que tiene que un argentino se postule para manejar una entidad con tanta historia como World Rugby?
– No deja de ser un dato menor, lo que pasa es que Agustín es una persona que cuenta con características muy especiales. Se transformó en un líder natural con un reconociendo internacional fenomenal. Hoy tenemos el apoyo incondicional de todo SANZAAR y de gran parte de las regiones del mundo y de muchos países que se ven con la esperanza de generar cambios que durante muchas décadas no se han podido lograr. Por eso y más allá de la nacionalidad de Agustín o de quien sea, él es quien reúne todas las características de liderazgo necesario para estas modificaciones, por eso es que está dando batalla y me parece que le va a ir muy bien.
-¿Es tan drástico que si gana Agustín Pichot el rugby va a ser una cosa y si no va a ser a ser más de lo mismo?
– Estoy totalmente seguro que va a ser así. Si vuelve a ganar el actual presidente las cosas no van a cambiar porque lo han expresado cada vez que nos hemos reunido con ellos. ¿Por qué deberían cambiar si ellos están cómodos de la manera que están haciendo las cosas? En cambio, Agustín, tienen un carácter diferente que no se sienta en un sillón de World Rugby simplemente para ver pasar las cosas por delante sin intentar cambiar lo que hay que cambiar, entonces si Pichot estando en un lugar de poder y tiene la posibilidad de tomar decisiones para hacer los cambios del mundo que requiere y reclama, seguramente los hará.
-¿Pichot es más respetado en el exterior que en nuestro país o a la inversa?
– Agustín es respetado en todos lados. Es una persona muy escuchada, es reconocida por todo lo que ha logrado y en Argentina también. Todos los que hacen cosas reciben críticas y a veces nosotros como sociedad somos muy duros con nosotros mismos y con nuestros pares y algunas críticas siempre se van a escuchar y leer. Si no haces nada y dejas que las cosas fluyan y no te involucras demasiado, te critican menos, pero eso es natural.
¿Qué te dejó la Copa del Mundo como hincha, como presidente de la UAR frente a la situación que generó volvernos en primera fase? ¿Pega en lo económico no tener un buen Mundial? ¿Qué se puede sacar en limpio de lo que pasó en Japón?
– Y lo que pasó en Japón fue una experiencia dura, un gran aprendizaje también. Creo que hay muchas lecciones que se han aprendido de lo que pasó en Japón, a veces una conversión cambia un poco la historia, pero lo cierto, es que más allá del resultado que en algún partido pudimos haber dado vuelta o que la performance del equipo no fue la que esperábamos todos y en esto creo que Mario y su staff ha sido muy autocrítico y también hay que comprender que son caminos que hay que transitar. Ahora empieza un ciclo nuevo y este aprendizaje se ha capitalizado mucho para poner el objetivo en Francia.
Por Martín Quetglas
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