El rugby neozelandés volvió a los entrenamiento este lunes, después de dos meses de parón por el coronavirus, con vistas a iniciar la nueva Liga el próximo 13 de junio.
Las medidas de seguridad impuestas son estrictas y los partidos se disputarán a puerta cerrada, a las 12 del mediodía hora local, para permitir a los equipos llegar, jugar y regresar a su ciudad en el mismo día.
La nueva Liga neozelandesa de rugby echará a andar el próximo 13 de junio enfrentando a cinco franquicias (Blues, Chiefs, Hurricanes, Crusaders e Highlanders) durante diez jornadas hasta el 16 de agosto. El primer partido de este campeonato enfrentará a los Highlanders contra los Chiefs.
Los jugadores tendrán que tomarse la temperatura diariamente y no podrán reunirse después de los entrenamientos o los partidos.