Después de un Rugby Championship histórico, “Cachorro” volvió al club que los vio formarse como jugador y recibió un reconocimiento por su destacada actuación.
Los infantiles de Lawn Tennis lo miran sin poder creer que lo tienen ahí, a medio metro, como si fuera un superhéroe de carne y hueso directamente salido de un comic. Y es que para ellos, Nicolás Sánchez es más o menos eso: un ídolo, un personaje de fantasía que casi siempre ven por la tele y del que todo mundo habla, pero que alguna vez fue igual que ellos. Un chico del “Tennis” que tenía el mismo sueño que tienen todos, el de algún día vestir la camiseta de Los Pumas, pero que logró cumplirlo gracias a su esfuerzo y dedicación, complementos necesarios de su talento. Aunque decir que se limitó a cumplirlo sería quedarse corto: “Cachorro” es, ya desde hace tiempo y cada vez con mayor diferencia, el máximo goleador histórico del seleccionado, y viene de ser gran figura en el Rugby Championship 2020.
“Siempre es lindo volver al club. Después de lo que fue el Championship, con momentos difíciles y otros no tanto, volver a Tucumán, a ver a la familia y al club, y que te reciban de esta manera es muy gratificante”, agradeció el “10” de Los Pumas, alejado de su tierra por más de un año.
De hecho, no pisaba la provincia desde antes del Mundial de Japón, cuando aún guardaba expectativas sobre algo que al final no fue.
“Realmente, pensé que ahí se había terminado. Que me había despedido con una imagen muy distinta a la que esperaba para mi final en Los Pumas. Toda esa frustración y esa amargura que tenía traté de convertirlas en motivación. Lo único que pasó por mi cabeza en todo este año fue prepararme y estar listo por si la oportunidad se presentara. Tuve la suerte de que me llamaran otra vez y demostrar que estaba preparado”, rescata.
Vaya si lo demostró: en su noveno Rugby Championship consecutivo (estuvo en todas las ediciones) fue más determinante que nunca, jugando todos los partidos, siendo uno de los líderes del equipo y su arma más efectiva a la hora de sumar puntos. Anotó 43 de los 56 que marcó Argentina en el torneo, incluyendo algunos disparos de media cancha y un try en el primer triunfo en la historia sobre los All Blacks.
“Cuando terminó, pensé por fin de nos dio. Después de todo el esfuerzo y de las veces que habíamos estado cerca de ganarles. Y también por lo que había pasado en el Mundial. Fue espectacular. Había algo más en el equipo, sentí un nivel de conexión entre nosotros mayor que nunca”, asegura “Nico”.
En eso, considera, tuvieron mucho que ver las adversidades que el seleccionado superó en el camino. “Me parece que la cuarentena y los momentos difíciles que nos tocaron a causa de la pandemia nos dio algo muy importante: la unión. Se generó un vínculo muy fuerte entre todos. Si bien recién pudimos estar todos juntos unos días antes del primer partido contra Nueva Zelanda, el grupo ya venía consolidado”, analiza “Nico”, que para más datos ya es el segundo jugador que más tantos le ha anotado a los All Blacks en la historia: 151, sólo superado por el ya retirado australiano Matt Burke (176).
Si bien confiesa que este lunes seguirá con atención el sorteo del Mundial 2023, no piensa más allá de lo que tiene delante: “me interesa todo lo que tiene que ver con Los Pumas, pero 2023 está demasiado lejos. Voy momento a momento, y por ahora sólo pienso en volver al club y en la temporada que viene”.
Por Federico Espósito
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