Llegó la hora de la final de la Superliga Americana de Rugby. Ya ha pasado toda la etapa regular con las burbujas en Santiago de Chile y en Montevideo, también las semifinales (muy apretadas por cierto) y sólo queda por delante este partido decisivo, definitorio e histórico, que consagrará al primer campeón de la SLAR.
Mucha agua ha pasado bajo el puente de estos dos equipos que arrancaron como favoritos y que llegan a esta instancia cada uno habiéndola transitado -a la SLAR- de maneras muy distintas, con diferentes acercamientos y definiciones a cada partido, algunos con mayores sobresaltos y otros sin ninguno, pero ambos equipos lo que sí es innegable, es que fueron fieles a sus estilos, los que se presumían iban a tener y los que finalmente, tuvieron.
Para Peñarol Rugby las cosas no fluyeron con suma tranquilidad partido a partido, si bien ganó 7 de los 10 de la etapa regular. Se impuso con sus herramientas, con un juego un poco más posicional, territorial, menos dinámico y acaso hasta más previsible, a la vez muy firme y determinante casi todo el tiempo con la pelota. Sufrió algunos momentos de zozobra en partidos en los que se igualmente se impuso, exhibió algunas debilidades que sus ocasionales rivales lograron exponer. Las dos derrotas ante Jaguares XV y ante Selknam dejaron huellas. Sin embargo, los mayores aprendizajes pasaron por ese partido ante Cafeteros Pro que pudo haber perdido y esos cuarenta minutos con Cobras Brasil XV (en la segunda rueda ambos) donde por momentos, el equipo uruguayo perdió el rumbo y la batalla de los delanteros, que también hay que resaltar, sufrieron ante Olimpia Lions.
Sufrió sin sus dos hookers titulares y sin su lider de line out, formación en la que Peñarol debió reconstituirse. Perdió un par de fechas a Conrado Roura y a Martín Roger, afrontó con jugadores jovencitos varios retos muy importantes y con esas vicisitudes, aún así pudo llegar al objetivo de ser finalista. Queda ahora este último partido que puede presumirse, jugarán como un Test Match. Y ahí radica justamente la mayor fortaleza del aurinegro: en el orden, el juego territorial, el apego al libreto y a la parte táctica. Si logra hacerse fuerte ahí y consigue llevar el juego a su ritmo, es un equipo temible.
Del otro lado, Jaguares XV es un poco la antítesis. Velocidad, a veces vértigo, poco uso del pie, sacar ventajas con las destrezas y habilidades de sus jugadores, dúctiles para darle ritmo a la pelota, potencia para jugar dentro de la defensa y un poder de definición abrumador. Eso ha tenido durante todo el torneo. En realidad, todo no. Olimpia Lions fue la piedra en su zapato y todas las veces que lo enfrentó lo expuso como ninguno otro. Le complicó mucho las formaciones fijas, lo puso en aprietos con una marca a presión cerca de cada post tackle, en todos los lugares de la cancha y sobre todo, lo obligó a tomar decisiones erróneas en momentos claves.
También Peñarol logró ponerlo a la defensiva durante unos muy duros cuarenta minutos en la segunda parte del torneo, pero finalmente producto de una intercepción y de algunas jugadas de pelota recuperada, sacaron diferencias difíciles de descontar.
Todos saben qué hacer ante Jaguares XV para buscar doblegarlos, pero el desafío es conseguirlo durante la mayoría de los ochenta minutos. ¿De qué debe cuidarse Peñarol Rugby en esta final? De que Ezcurra y Albornoz logren jugar dentro de la defensa y darle continuidad a la pelota. Por supuesto que las formaciones fijas, desde ya, también serán vitales, pero si Tomás Cubilla, Juan Pablo Castro, Agustín Segura y por sobre todo Sebastián Cancelliere (de regreso tras una pequeña lesión) se juntan con la pelota en velocidad y potencia, para el aurinegro el esfuerzo defensivo será muy grande.
Por eso, cada uno con lo suyo, cada quien con sus habilidades y estructuras, tácticas y estrategias. Lo bueno es que esta final, aquella que el pasado 16 de marzo parecía lejana, ya está a la vuelta de la esquina, lista para la historia.
Formaciones
Jaguares XV: 1. Federico Wegrzyn, 2. Martín Vaca, 3. Juan Pablo Zeiss, 4. Federico Gutiérrez, 5. Franco Molina, 6. Lautaro Bavaro, 7. Juan Martín González, 8. Francisco Gorrissen, 9. Felipe Ezcurra, 10. Tomás Albornoz, 11. Tomás Cubilla, 12. Juan Pablo Castro, 13. Agustín Segura, 14. Tomás Cubilla, 15. Juan B. Daireaux.
Suplentes: 16. Ignacio Ruiz, 17. Francisco Minervino, 18. Joel Sclavi, 19. Tomás Bernasconi, 20. Joaquín Oviedo, 21. Teo Castiglioni, 22. Martín Elías, 23. Gerónimo Prisciantelli.
Entrenador: Ignacio Fernández Lobbe.
Peñarol Rugby: 1. Juan Echeverría, 2. Guillermo Pujadas, 3. Diego Arbelo, 4. Felipe Aliaga, 5. Nahuel Milan, 6. Manuel Ardao, 7. Santiago Civetta, 8. Conrado Roura, 9. Manuel Nogues, 10. Martín Roger, 11. Nicolás Freitas, 12. Andrés Vilaseca, 13. Tomás Inciarte, 14. Juan Manuel Alonso, 15. Baltazar Amaya.
Suplentes: 16. Facundo Gattas, 17.Facundo Pomponio, 18. Matías Benítez, 19. Eric Dosantos, 20. Juan Marcos Chamyan, 21. Carlos Deus, 22. Felipe Arcos Pérez, 23. José M. Iruleguy.
Entrenador: Pablo Bouza.
Árbitro: Damián Schneider (ARG)
Comunicación SLAR