Descansado durante el fin de semana, tuvo la oportunidad de descansar física y mentalmente para volver posiblemente a las canchas con el XV Kiwi en Hamilton el sábado ante Fiji.
“Sabíamos contra quién nos íbamos a enfrentar y para aquellos que no, el público de Nueva Zelanda que no ve el rugby europeo, debe saber que estos jugadores son estrellas de rock allá. Yo estaba muy consciente de eso, al igual que el equipo”, manifestó el 10 de Crusaders.
“Lo que pasó era lo esperado y llegaron con la intensidad que esperábamos”.
Fue bueno tener la oportunidad de volver a jugar frente ellos en Hamilton y tratar de abordar los problemas revelados en el primer test en Dunedin, dijo.
Tener un partido tan difícil al principio de la temporada internacional fue bueno, especialmente para un equipo joven de los All Blacks.
“Simplemente la intensión es abrirle las puertas a estos muchachos para que aprendan tanto como sea posible, y Fiji nos está dando esa prueba en este momento, y este fin de semana no será sencillo el partido contra ellos”.
“Es increíble para Fiji volver a jugar al rugby internacional. Lo que pasaron el año pasado fue realmente difícil, jugar un partido en seis semanas [en su gira por el hemisferio norte afectado por Covid] y también por lo que está pasando su gente también darles esperanza fue realmente importante”.