La introspección se extendió a los jugadores, en particular al capitán, Julián Montoya, que se mostró sumamente decepcionado. “Donde estamos hoy no alcanza, tenemos que ser críticos. Yo no creo en las excusas ni en los atajos; tenemos que ser mejores nosotros. Cada uno tiene que mirar dentro y ver qué tiene que mejorar”, enfatizó ante ESPN al final del encuentro.
“Cuando estamos conectados somos un equipo y podemos ser muy peligrosos; el tema es que en este nivel no podés regalar nada, y no fuimos el equipo que queremos ser”, agregó.
El hooker expresó también que lo que más lo preocupó fue la falta de actitud de los Pumas en largos tramos del partido: “En este partido quería ver intensidad. Y en el primer tiempo no estuvo. Ellos nos sorprendieron. Estábamos pensando más en el resultado que en las acciones que teníamos que hacer, o en resolver cosas de manera individual en vez de seguir nuestro plan de juego. No estábamos tan presentes en el momento”, señaló.
Pero también valoró lo hecho en los siguientes 40 minutos: “En el segundo tiempo, cuando estábamos haciendo lo nuestro, fuimos muy peligrosos. Pero es el famoso «qué habría sido si», que es lo peor que puede pasar como jugador o como equipo. Somos muy autocríticos entre nosotros, tenemos que mejorar para el partido que viene. Pasaron cosas buenas, pero pasaron muchas más cosas malas y hay que arrancar por uno mismo”, concluyó Montoya.
Sus compañeros coincidieron en la frustración, y el más vocal de ellos fue Matías Alemanno: “Es durísimo. Perder así no nos gusta nada. Fuimos dos equipos completamente diferentes en el primer tiempo y en el segundo. Ahora hay que mejorar, ser nosotros durante los 80 minutos”.
“En el segundo tiempo por momentos hicimos lo que queríamos hacer y lastimamos al rival. El objetivo número 1 es plasmar ese juego durante todo el partido”, dijo el segunda línea.
Y continuó: “En el primer tiempo los dejamos jugar y que fueran protagonistas, y en el segundo cambiamos la mentalidad y la actitud, estuvo por momentos el equipo que queremos ser. En este nivel, regalar un tiempo contra Nueva Zelanda es imposible”.
Por su parte, el tercera línea Juan Martín González intentó mirar más hacia el futuro. “Nos quedamos con muchas enseñanzas. Fue el primer partido del año, ahora podemos analizar lo que pasó. Hay que pensar en Australia”, fue el enfoque del mendocino, que agradeció la calidez del público en su provincia: “Es muy lindo jugar en Mendoza. La gente disfruta mucho del rugby; es una locura cómo lo vive. Una lástima no haberle dado una alegría a la gente”.
El pilar Thomas Gallo rompió la línea discursiva que siguió la mayoría de sus compañeros, al resaltar la resiliencia para sobreponerse al golpe de la etapa inicial (cinco tries ajenos y ningún punto propio).
“La actitud del equipo fue siempre al 100%, con ganas. En el entretiempo sabíamos que aunque fuéramos perdiendo por 20 o 30 podíamos ganar el partido; ésa es la confianza que tenemos siempre”, destacó el tucumano.
Y tomó los puntos positivos de la actuación en el Malvinas Argentinas para ser optimista sobre la visita a Wallabies del próximo sábado a las 6.45 de Buenos Aires. “Fue un partido muy físico, con errores nuestros en el campo de ellos, en las cinco yardas. Cometimos un par de errores también en el maul defensivo, pero son cosas que venimos trabajando bien, y vamos a corregirlas en el próximo partido. Estuvimos bien en defensa y el centro de la cancha. El próximo sábado se verá reflejado lo que estuvimos trabajando en la cancha”, confió el pilar.
La Nación
Créditos: UAR