Aún quedan vigentes las imágenes y las sensaciones que entregó la aventura del Mundial Juvenil, en su temporada del regreso. Los Pumitas cosecharon tres victorias y dos derrotas, sumando una experiencia muy valiosa. Pero también el torneo en Sudáfrica resultó positivo para Damián Schneider, el árbitro argentino que integró el panel oficial.
Después de los antecedentes en el U20 Trophy, prueba en la que actuó en dos finales (en Portugal 2015 y en Brasil 2019), fue la primera oportunidad en ser designado para participar como juez principal del encuentro decisivo, en el que Francia se coronó tricampeón al superar a Irlanda (50-14), en Ciudad del Cabo.
En la jornada inaugural del U20 Championship, Schneider fue juez de touch en el partido entre Australia y Fiji; luego dirigió el choque entre Francia y Nueva Zelanda; en la tercera fecha fue el árbitro del duelo entre Italia y Georgia, y en la penúltima jornada se desempeñó como referee asistente en la semifinal por el 9º puesto entre Italia y Fiji.
A modo de repaso, Schneider, que dirige desde 2010, compartió su análisis de la final del certamen y un balance de esta singular experiencia: “Fue un partido intenso, con el punto de encuentro muy disputado como sabíamos que iba a ser. Ambos equipos fueron positivos y por eso la dinámica resultó espectacular”.
“Este es un nivel de juego en el que es un placer poder ser parte. En el plano personal pudimos llevar a cabo el plan del partido que habíamos imaginado y, lo más importante, fue eso de lograr un balance entre saber cuándo intervenir y cuando no. En ese sentido, espero poder haber contribuido con eso. Y a modo de balance del torneo, fue una hermosa experiencia, que me llevo en el corazón para toda mi vida. Estoy muy agradecido por esta chance que se dio. Ahora, a seguir con humildad y trabajo, para estar preparado para futuras oportunidades que se puedan presentar”, expresó el árbitro argentino.
Comunicación UAR
Créditos: UAR