Irlanda (Derrota ante Nueva Zelanda por 28 a 24)
No ayudará demasiado a los corazones rotos de Irlanda saber que la principal razón por la que cayeron en cuartos de final por octava vez en una RWC fue a causa de la falta de precisión, un rasgo del que se han estado orgullosos durante mucho tiempo.
El equipo del Trébol tuvo más acarreos (172 a 120), hizo más metros de acarreo (632 a 481) y vencieron a más defensores (31 a 22) que los All Blacks, pero lo más importante y lo que debilitó a Irlanda estuvo en el debe, ya que de 14 entradas en las 22 rivales anotaron solamente 21 tantos. Esta suerte de eficacia en la zona caliente de 1.50 puntos por ingreso a las 22 no se compara ni por asomo a lo realizado en la fase de grupos con una estadística magnífica de 2.94 puntos. Lo que habla a las claras lo que le costó marcarle a los All Blacks con todo el dominio que tuvo en terreno rival.
Además habría que agregarle las 11 pelotas recuperadas entre irlandeses y neozelandeses con seis recuperaciones de los All Blacks en las 22 rivales con 26 puntos para ver claramente otro punto a favor de la diferencia de 4 tantos entre ambos equipos.
“Tuvimos algunos errores desafortunados en momentos importantes que no salieron como queríamos”, confirmó el tercera línea, Jack Conan, después del partido.
La capacidad de Nueva Zelanda para neutralizar 37 fases de ataque en el final es digno de destacar pero fue indicativo de un problema más amplio para el equipo número uno del mundo. “Hemos tenido una buena racha, pero el deporte a veces puede ser cruel”, dijo simplemente el entrenador Andy Farrell.
Francia (Derrota ante Sudáfrica por 29 a 28)
En un partido con márgenes tan ajustados –y sólo por un punto– todo se reduce a la capacidad de Francia, o no, de aprovechar sus oportunidades en la derrota por 29-28 ante Sudáfrica el domingo. “Es difícil responder a la pregunta de por qué perdimos”, admitió el fullback Thomas Ramos. “Ser un poco más precisos cuando tuvimos la posesión de la pelota.”
De hecho, Francia registro un promedio de puntos por visita a las 22 del rival de 2.0 superando el 1.43 que tuvo en la victoria del partido inaugural contra Nueva Zelanda, pero muy inferior al 3.25 de Sudáfrica. Todo esto a pesar de que los tres veces campeones del mundo están detrás de Francia en términos de posesión, territorio y número de visitas a la zona caliente
Otra faceta reveladora del juego es que Sudáfrica realizó ocho tackles dominantes frente a las tres de Nueva Zelanda y logró ralentizar la velocidad del ruck de Francia hasta 4.44 segundos contra un promedio del torneo de 4.14. “Fueron muy fuertes en los rucks y los tackles”, dijo Ramos. “Nuestros medios no pudieron conseguir que la pelota salga limpia rápidamente.”
Y así se demostró en los minutos finales, con el partido en pleno desenlace. “Nuestro ataque bajo los palos, al final, se hizo lento pero si la pelota salía más rápida, terminaríamos la acción de manera diferente”, dijo con tristeza el entrenador Fabien Galthié.
Fiji (Derrota ante Inglaterra por 30 a 24)
Fiji dominó a Inglaterra en múltiples áreas, pero se quedó corto en la efectividad cada vez que cortó la línea de la ventaja, una suerte de fracaso que deja a los isleños del Pacífico a la espera una vez más para una histórica primera semifinal de la Copa Mundial de Rugby.
Al igual que lo sucedido entre Irlanda y Nueva Zelanda, Fiji tuvo muchos más acarreos que Inglaterra, con 138 a 98, realizó cuatro offloads más y tuvo ocho quiebres en la línea de la ventaja frente a los tres de Inglaterra. Aún más impresionante resultó saber que Fiji fue el único equipo en los cuartos de final que perdió y registró una mejor eficiencia en la zona caliente de las 22 del rival: 3.0 puntos propios frente a los 2.4 de Inglaterra.
Los fijianos también se despiden de la RWC 2023 con mejor promedio de scrums obtenidos hasta la fecha, perdiendo solamente uno en cinco partidos (contra Portugal).
Pero a pesar de estas buenas estadísticas, Fiji registró un bajo porcentaje quebrando la línea defensiva con el 41 por ciento, número similar a lo largo de todo el torneo del 51 por ciento. Mientras que Inglaterra tiene una mejor marca con el 61 por ciento. Además, los Flying Fijians tuvieron un promedio de limpieza en sus rucks más bajo de lo habitual con 4.32 segundos por ruck.
Todos estos números dejaron a los fijianos orgullosos pero también un poco confundidos pensando que también podrían estar en París para la parte final del torneo.
“Todos sabemos que hoy dimos el 110 por ciento”, dijo el wing Semi Radradra después del partido, antes de añadir. “También hay muchos aprendizajes. Tenemos muchos jóvenes que aprendieron mucho de este partido.”
Gales (Derrota ante Argentina por 29 a 17)
Gales tuvo un arranque explosivo contra Argentina, pero al final los sudamericanos demostraron ser demasiado dominantes en ciertas áreas clave a lo largo del partido como para sellar su lugar en las semifinales.
Si bien Gales tuvo un mejor promedio de tackles que Argentina (89 por ciento contra 82 por ciento), no estuvieron contundentes a la hora de atacar en los 80 minutos. Los Dragones Rojos tuvieron un promedio de 2.33 puntos por entrada a las 22 rivales, mientras que Los Pumas registraron un promedio de 4.33 lo que habla a las claras de la superioridad plasmada en el resultado.
La disparidad en la posesión y el terreno con sus respectivos promedios tampoco ayudó a los dirigidos por Warren Gatland (43 y 42 por ciento en ambos rubros). Y un fallo en el lineout no hizo más que agravar los problemas del equipo, ya que Gales ganó el 60 por ciento de sus lines mientras que Argentina descolló con el 100 por ciento de obtención en sus lineouts.
“Sucede en un partido. Es una competencia por la disputa de la pelota. Argentina levantó un par de veces y ganó la pelota, eso es testimonio de su gran lineout que tienen tanto en ataque como en defensa”, dijo el entrenador asistente de Gales, Alex King.
“En un partido suceden muchas cosas, pero eso detuvo un poco nuestro impulso en la primera mitad, cuando estábamos en la cima y teníamos algunas oportunidades.”
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Créditos: UAR