El dato es escalofriante. La última vez que en la segunda línea titular de los Pumas no habían estado Tomás Lavanini, Guido Petti Pagadizábal ni Matías Alemanno había sido diez años y medio atrás. Después de un par de oportunidades frustradas, el cordobés Franco Molina tuvo la oportunidad de jugar desde el inicio y fue uno de los más destacados en la victoria de Argentina sobre Francia en Vélez (33-25).
Marginado del sistema a inicios de 2022, se fue a jugar a Chile, donde relanzó su carrera. El año pasado, cuando se aprestaba a pelear por un puesto en el plantel mundialista, una lesión truncó su debut en el seleccionado. Una vez más, siguió luchando y tuvo su premio.
“Fue muy duro, pero el tiempo va acomodando las cosas. Sabía que si seguía trabajando en algún momento las cosas se iban a dar. Estaba tranquilo por eso. Estaba mentalizado en que el día que llegara la oportunidad iba a dar lo mejor”, le cuenta a LA NACION desde Punta del Este, donde la Argentina se prepara para el último duelo de esta ventana internacional de julio, el sábado a las 16 ante Uruguay.
“Estoy contento por haber debutado, pero sé que todavía me queda mucho trabajo por hacer, tengo mucho por mejorar. Recién fue el primer partido, pero significa que estoy por el camino correcto”.
El Lungo Molina (1,98m, 114kg) es uno de los jugadores que encarnan el recambio parcial que impulsa Felipe Contepomi en los Pumas. El debut se produjo a los 26 años, la semana anterior en Mendoza (derrota 28-12), cuando ingresó a 24 minutos del final. Suficiente para ganarse, siete días más tarde, el estreno como titular con la celeste y blanca. Con la cabeza rapada, resabio del tradicional ‘bautismo’ que le propinaron sus compañeros, en la victoria 33-25 ante Les Bleus jugó 50 minutos y se lució con un quiebre defensivo y cuatro tackles vencidos, además de cinco tackles y una gran labor en esas jugadas que no entran en las estadísticas, pero que son claves para que se imponga el pack de forwards.
Camada 1997, fue parte del equipo de Pumitas que logró la medalla de bronce en Manchester 2016, la mejor ubicación histórica del seleccionado M20 en el Mundial Juvenil, junto con actuales compañeros como Marcos Kremer, Juan Cruz Mallía y Bautista Delguy. No obstante, recorrió un camino más sinuoso para llegar a los Pumas.
Estuvo en la primera versión del Super Rugby Americas con Ceibos (acotado por la pandemia) y fue campeón al año siguiente con Jaguares XV, pero para 2022 quedó afuera del sistema de la UAR. El pase a Selknam, la franquicia chilena, le permitió seguir apostando por el rugby, al punto que fue la figura del equipo que llegó a la final. En noviembre, tuvo su premio y fue convocado por Michael Cheika a la gira por Europa, aunque no llegó a debutar. Cuando iba a integrar la lista preliminar rumbo a Francia 2023, una lesión ligamentaria en la rodilla jugando para Dogos XV lo dejó al margen por el resto de la temporada.
Una vez más, no se dio por vencido. Fue una de las figuras en la conquista del Super Rugby Americas por parte de Dogos XV, recibió el llamado de Contepomi y en un partido y fracción demostró que puede ser una alternativa a Lavanini, Petti y Alemanno. Al lado de Lucas Paulos, la del sábado fue la primera vez desde el 23 de noviembre de 2013, según el sitio Periodismo-Rugby, que ninguno de ellos integró la segunda línea desde el inicio. En aquella oportunidad, Manuel Carizza y Mariano Galarza habían titularizado en el Test Match ante Italia.
“Estoy disfrutando intensamente”, continúa el Lungo, uno de los tres jugadores de Dogos XV que integran el plantel, junto con Mateo Soler y Tomás Bartolini. “Son tres semanas intensas, muy lindas. Es algo que venía persiguiendo hace bastante. Debutar fue cumplir un sueño, ahora tengo ganas de seguir.”
-¿Qué análisis hicieron de la victoria del sábado ante Francia?
-Estamos contentos con el partido que hicimos. Mejoramos algunos aspectos clave que no habíamos podido llevar a cabo en el primer partido. Principalmente el tema del scrum. El juego de forwards estuvo mucho mejor, dominamos bastante, tanto en ataque como en defensa. De a poco vamos conectando en ataque. Eso es algo que nos lo va a ir dando el correr de los partidos. Venimos de mucho tiempo sin jugar. Sin dudas hay cosas para seguir mejorar, hay cosas que trabajar. La defensa fue muy buena, pero nos marcaron fácil por desconexiones, errores en ataque que terminaron en contraataques o malas salidas de nuestro campo.
-Fue notable la mejoría en el scrum. ¿Por qué tanta diferencia entre un partido y otro? ¿Qué tan importante es para ustedes ese aspecto del juego?
-La primera semana nos costó. Veníamos de mucho tiempo sin entrenarnos juntos, habíamos tenido una sola sesión de entrenamiento. No era el scrum que queríamos jugar. No supimos hacer pie. Pero seguimos trabajando convencidos en lo nuestro. En el camp de Londres [en marzo] nos planteamos una forma de jugar el scrum, con pequeños cambios técnicos según el rival, pero manteniéndonos siempre por la misma línea.
-¿Qué significó para vos el paso a Selknam?
-Sin dudas me sirvió un montón. Irme a Chile fue una gran oportunidad, tuve la suerte de jugar mucho y bien, y a partir de ahí me volvieron a convocar. Jugar el Super Rugby Americas me dio la posibilidad de volver a estar en el radar de los Pumas. El año pasado, con Dogos, el torneo fue muy competitivo, con los equipos de Chile y Uruguay preparándose para el Mundial, y este año después de la lesión me dio la chance de prepararme para esta oportunidad.
-¿Cómo fue la experiencia de Dogos XV?
-Fueron dos años muy lindos. En el primero, con un poco incertidumbre, pero nos supimos acomodar rápido. Era un equipo de jóvenes, donde yo el más grande, con 25 años. Llegamos a la final contra un buen equipo, y este año teníamos el desafío de reafirmar lo que habíamos hecho. Pasamos algunos momentos complicados, pero de a poco nos rearmarnos y pudimos terminar festejando en esa final en el CASI. Forjamos una identidad muy fuerte. Se armó un muy lindo equipo.
-Después de jugar todas las ediciones en cuatro equipos distintos, ¿qué tan importante es la existencia de la Superliga Americana?
-Está muy bueno para jugadores como yo que no tenemos la oportunidad de ir a un club de Europa rápido. Te permite seguirte mostrando, seguir jugando en un nivel casi profesional y seguir trabajando para el sueño que tenemos todos que es jugar en los Pumas. Te mantiene cerca.
-¿Hay mucha diferencia entre el nivel del SRA y el rugby internacional?
-La diferencia principal está en el ritmo. El contacto físico es superior. Uno se agota, y va tratando de encontrar aire en la cancha. Me sentí a la altura, pero todavía me puedo ir acomodando un poco más.
-¿Qué se puede esperar del partido del sábado?
-De nosotros, seguir trabajando sobre lo que venimos haciendo. Uruguay es un equipo intenso, que tiene una gran defensa. Es un equipo duro, aguerrido, tacklean fuerte, combaten todos los contactos. No nos podemos descuidar, porque se puede poner complicado. El objetivo es seguir amalgamando la estructura propuesta para este año.
-¿Cuál es tu objetivo personal?
-Seguir jugando donde me toque. Haber debutado en los Pumas fue cumplir un lindo sueño, pero ahora me toca lo más duro que es trabajar para mantenerme.
Por Alejo Miranda (Diario La Nación)
Créditos: Juan Gasparini / Gaspafotos – Prensa UAR