Aunque se confía que existirá un acuerdo, desde la UAR no hubo noticias sobre el conflicto por la negativa de los rugbiers a representar al país.
Aunque se confía y aseguranque existirá un acuerdo, desde la UAR no hubo noticias sobre el conflicto por la negativa de los rugbiers a representar al país; “Hay reclamos de los jugadores que son válidos”, dijo Handley, manager del seleccionado.
La urgente necesidad de resolver qué pasaba con la presentación del concurso preventivo de acreedores postergó momentáneamente otro tema grave y preocupante: el de la masiva renuncia de los jugadores para formar parte del seleccionado nacional. A horas de que trascendiera el escrito a través del cual 59 rugbiers (a los 53 firmantes se sumaron otros seis) pidieron por sus derechos -acuerdos conseguidos y promesas que recibieron-, no hubo novedades. Todavía no sabe quiénes vestirán la camiseta nacional en los inminentes compromisos con Gales (11 y 17 de junio), con los All Blacks (24) y las eliminatorias mundialistas (1° y 8 de julio).
“Acá hay dos cosas diferentes; la asamblea de hoy (por míercoles) se hizo para ratificar el concurso, y ahora que se aprobó, nos deja mucho más tranquilos y nos da tiempo para dedicarnos a otras cosas. La carta de los jugadores no tuvo nada que ver con esta asamblea”, especificó Ricardo Handley, vocal titular de la UAR y manager de los seleccionados mayores. Como encargado de negociar entre las partes, Handley dio su versión de los hechos y, en un diálogo franco, respondió: “De la reunión en París, aunque fue constructiva, volví preocupado, porque ahí cinco jugadores me manifestaron su posición (de renunciar). Pero no quería dramatizar y esperaba llegar a una solución antes de que estallara este problema”, señaló.
-¿Cree en una solución?, ¿cuándo se puede empezar a resolver? Porque falta muy poco para los partidos.
-No creo que nadie no quiera que esto se resuelva. Estoy absolutamente convencido de que lo último que desean los jugadores es no ponerse la camiseta celeste y blanca y salir a ganarle a Gales. Es cuestión de que rápidamente nos pongamos de acuerdo. Espero, deseo y voy a hacer todo lo necesario para salir de ésto.
Tenemos que reconocer que estamos en una convocatoria, que tenemos poca liquidez. Pero vamos a apoyar a los jugadores en un marco en el que podamos cumplir; vamos a darles todas las garantías de que así será. La UAR no va a prometer nada que no pueda cumplir. Converso con los jugadores, también con Loffreda (Marcelo, el entrenador) y confío en que llegaremos a un acuerdo rápidamente, pero no bajo presión. Acá todos nos tenemos que sentir cómodos y estar de acuerdo. Tenemos que resolverlo sintiéndonos que somos un equipo.
-¿Cómo es que se llegó a esta situación? ¿No se podía haber evitado?
-En el pasado, la conducción del rugby ha cometido errores, no se hicieron las cosas de la mejor manera. Hubo promesas incumplidas, compromisos no atendidos. No se llega a una crisis así si no se cometen equivocaciones; pero vamos a intentar llegar a la fórmula en la cual todo el mundo esté conforme, alineado, para poder dedicarnos al juego. Lo que estamos haciendo es por el bien del rugby argentino; los dirigentes tenemos nuestra parte de responsabilidad y los jugadores también. Y bueno, asumimos esta situación y vamos a salir airosos, más fuertes que nunca.
Hay reclamos de los jugadores que son válidos, como los pagos que no les cumplieron; tal vez el timming no fue el mejor. Pero los entiendo; son jugadores, son jóvenes y a veces, con razón, se toman decisiones en caliente . ¿Cómo se sale de esto? Se soluciona siendo inteligentes, siendo flexibles y hablando con honestidad. En sus reclamos hay varios ítem por atender, pero hay que hacer un paquete que sea lógico, equitativo y razonable.
El presidente Alejandro Risler prefierió reservarse algunos comentarios para la intimidad, aunque sí indicó que “las expresiones de los jugadores me dolieron. Me enteré de la carta el sábado último y enseguida se les mandó un mail (a los jugadores) para abrir los canales de diálogo. No voy a manifestarme sobre las acusaciones que nos hicieron a los dirigentes, sólo que no me parece que hayan sido maltratados. ¿Si habrá algún tipo de castigo? Eso es algo que tiene que considerar el Consejo Directivo. Los que salgan a jugar van a ser los mejores. ¿Si puede haber alguno de los figuran en la lista de renunciantes? ¿Por qué no?”, indicó el dirigente rosarino.
59 es el total de los jugadores que renunciaron; a los 53 firmantes de la carta se sumaron: Agulla, J. Gómez, Serra, De Robertis, Horacio San Martín y Arocena.
Descartaron a Cafasso como mediador
El que no quedó muy conforme con la asamblea fue Jorge Cafaso, presidente de la URBA. Es que intentó hacer valer un poder para oficiar de mediador entre la UAR y Sportfive, y se lo negaron, pues no estaba en la orden del día; así se lo hicieron saber los dos representantes de la Inspección General de Personas Jurídicas. Por eso, se lo vio a Cafasso salir velozmente y muy disgustado de las oficinas en Rivadavia 1227.
Por Santiago Roccetti
No al profesionalismo
La nueva dirigencia no ve con buenos ojos que los jugadores del seleccionado reciban dinero por jugar, aunque Ricardo Handley desmintió esto: “Hay una confusión. No es cierto que acá hay dirigentes que no están de acuerdo con el profesionalismo. En la Argentina tenemos dos tipos de rugby: el profesional, que involucra al seleccionado, y el amateur, la porción mayoritaria. Nosotros queremos que los Pumas sean exitosos, pero también debemos preservar a los clubes”.
La resistencia a Sportfive
Uno de los más firmes cuestionamientos de la flamante conducción de la UAR es el vínculo con Sportfive, presidida por Diego Domínguez. La dirigencia no quiere dejar en manos de su agente comercial todo el manejo del dinero que genera el deporte; por eso, la finalidad es romper ya el contrato que vence a fines de 2008, pese a que la empresa subsidiaria de la matriz francesa le hará un juicio en París, que podría significarle una pérdida millonaria a la UAR.
Los jugadores, dolidos
Manuel Contepomi graficó bien la posición de los rugbiers: “Esto es duro [por la renuncia], no es bueno para nadie. Lo que los jugadores queremos es el bien del rugby argentino. Seguro. No estamos buscando, para nada, el bien individual. Hemos jugado en mil condiciones y siempre lo hicimos por la camiseta, por lo que sentimos. Entonces, duele que te tiren tanta m… Sabemos muy bien qué sentimos antes, ahora y siempre por el rugby y por la camiseta de los Pumas”.
Fuente: Diario La Nación
Fotos: Diario La Nación