Después de la resonante victoria por 43-10 sobre Nueva Zelanda en Wellington, la mayor en la historia de los Springboks ante los All Blacks, el veloz wing Cheslin Kolbe celebró la conquista de la Freedom Cup, pero rápidamente cambió el chip y puso la mira en Argentina, próximo rival en el Rugby Championship.
El triunfo en el Sky Stadium le devolvió a Sudáfrica el primer lugar en el ranking mundial y consolidó su confianza de cara a la recta final del torneo, donde cada punto puede ser decisivo.
“Los Pumas están jugando un buen rugby y será un gran desafío enfrentarlos”, sostuvo Kolbe, quien marcó dos tries en la goleada.
Con solo dos puntos separando a las cuatro naciones participantes (Australia 11, Sudáfrica 10, Nueva Zelanda 10 y Argentina 9), los Springboks saben que el cierre del Rugby Championship será electrizante.
El equipo de Rassie Erasmus tendrá unos días de descanso en casa antes de volver a concentrarse en Durban, donde chocará con Argentina el sábado 27 de septiembre, para luego viajar a Londres y medirse nuevamente con los sudamericanos en el Allianz Stadium de Twickenham el 4 de octubre.
“Debemos mantenernos humildes, efectivos y disciplinados. El rugby internacional se trata de eso”, subrayó el back sudafricano.
Más allá de la alegría por la Freedom Cup, Kolbe destacó el crecimiento de los jugadores jóvenes en la defensa y el espíritu colectivo del grupo: “Este equipo respalda a quien tenga la oportunidad de jugar. Ahora toca seguir con los pies en la tierra y mejorar semana a semana”.
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