Juani prefiere no presionarse con el Mundial y mirar sólo a su recuperación. “Me gustaría que esta racha negra se termine”, admitió.
Un par de muletas e incluso un andador, que por momentos le resulta más cómodo, según él mismo comentó. Esos son los medios de locomoción de Juan Martín Hernández por estos días. Y lo serán por varios días más. Pasó ya una semana de la operación de la rodilla derecha, debido a una rotura del ligamento cruzado anterior, y el apertura debe llevar férula inmovilizadora en ambas rodillas: en la derecha, porque es la lesionada. En la izquierda, porque de ese cuádriceps le sacaron parte de un tendón para hacerle el injerto del ligamento cortado. El Mago parece asimilarlo con tranquilidad.
“Las cosas pasan por algo y hay que enfrentarlas, aunque obviamente me gustaría que en algún momento esta racha se termine. Pero bueno, esto es parecido a cuando cobra un árbitro: ya no se puede ir para atrás; hay que ir para adelante”, analizó Hernández en una entrevista con el sitio web Scrum.
Habló de racha negativa porque hacía apenas seis meses y medio había regresado a las canchas en el Racing parisino (14 partidos y 774 minutos jugados), después de casi 11 meses sin acción por una importante operación en la espalda. Intentaba mantener regularidad en su club y figuraba en la lista de Los Pumas para una concentración de tres días en París (13 al 15 de este mes). Un tackle del sudafricano Connie Basson, segunda línea de 115 kilos y 1,94 metro, en el choque ante Bourgoin, le clavó la rodilla derecha en el césped y le provocó la nueva lesión.
Otro parate, dolor profundo. Y alarma para la Selección pensando en el Mundial de Nueva Zelanda, que comenzará el 9 de septiembre, en menos de seis meses. “Voy a hacer todo lo posible, pero mi prioridad es recuperarme para volver a jugar. Después veremos si estoy en condiciones de ser incluido en una lista mundialista. Si dan los tiempos, buenísimo: se me cumple un sueño”, dijo el Mago (28 años), que se quedará unas tres semanas más en la Argentina (acá realizará solamente tratamiento kinésico) y luego viajará a Francia, para seguir la rehabilitación.
Santiago Phelan, DT de Los Pumas, piensa esperarlo lo más posible, por tratarse de una figura, pero manifestó que trabaja en variantes porque hoy no puede contarlo. “Lo hablamos y tiene razón, yo no estoy físicamente como para entrar en sus planes. A un Mundial no podés llegar así nomás. Si llego, tengo que poder estar al servicio de Tati y del equipo los 80 minutos. También pienso que, de llegar, lo haría al límite… Pero no hagamos más suposiciones. Si pienso en eso, me termino volviendo loco. En un mes volvemos a hablar. Pero ahora es demasiado pronto para hacer futurología”, cerró Hernández.
Por Ezequiel Iribarren (Diario Olé.com.ar)
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