El presidente del IRB Bernard Lapasset está en Argentina y en un mano a mano con AlRugby habló de todo. Elogió el trabajo de Agustín Pichot y la Unión Argentina de Rugby.
Bernard Lapasset fue parte de varios momentos claves en los últimos veinticinco años del rugby mundial, pero atesora esa foto como pocas. Presidente del International Rugby Board desde 2008, en 1995 presidió RugbyWorld Cup Ltd., la empresa subsidiaria del IRB que se encargaba del Mun-dial.
No hay que explicar lo emblemática que fue la presencia del fenomenal Nelson Mandela en aquella final de Ellis Park vestido con la casaca número 6 de los Springboks. Cuando François Pienaar recibió el trofeo dorado de manos de Mandela, quien le había pasado al mítico presidente sudafricano el trofeo fue el francés Lapasset, que la semana pasada estuvo en Buenos Aires y habló con AlRugby.
Aquel fue un gran momento, cuenta tras una reunión con periodistas a pocas cuadras del centro neurálgico de lo que fue la Asamblea Anual del Comité Olímpico Internacional. Lo recuerdo muy bien. Estar ahí fue fantástico. La foto la tengo, por supuesto, en un lugar importante de mi oficina en Tarbes, dice en un español pulido, gracias a vivir en los Pirineos, a pasos de España. Pasaron 18 años y Lapasset sigue ahí arriba, donde se decide lo que importa en el rugby mundial.
El hombre fuerte del rugby mundial llegó a Buenos Aires junto al CEO del IRB, el australiano Brett Gosper, para codearse con el movimiento olímpico, ese del que ya son miembros plenos.
El rugby seven regresará a los Juegos Olímpicos a partir de Río 2016. El objetivo es gigante; el IRB y Lapasset confiaron el desafío de rediseñar el rugby de seven en todo el mundo a un comité liderado por Agustín Pichot. Es un embajador del seven, dice, y luego agrega que fue nombrado como Presidente del Grupo Estratégico del Seven, un grupo armado a partir de la importancia que está teniendo el seven en el mundo; tenemos que para planificar a futuro.
Enseguida agrega Pichot: La idea es que el quince y el seven se potencian. Estamos mirando a los próximos 10 años para ver el futuro que tiene el seven. En Argentina, cambiamos el enfoque y el seven ahora tiene la misma importancia que cualquier seleccionado. Se priorizará según la competencia.
Sigue Lapasset, siempre bien claro en sus conceptos. Aprovecha para hablar del rugby argentino, ya que desde el IRB se hicieron inversiones estratégicas superiores a los doce millones de dólares durante el período 2009-12. Además, en el Rugby Championship, han dispuesto de 2,5 millones anuales para compensar a los países de SANZAR por el ingreso de Los Pumas a ese torneo.
Estamos trabajando muy bien, con mucha fuerza para desarrollar el rugby mundial y el rol de Argentina no sólo en América es importante. Fue un trabajo muy largo y debo agradecer a Agustín (Pichot) por promover la transformación y el cambio que necesitaba la UAR en su sistema profesional. Él apoyó mucho el trabajo que hacemos. Sentado a su izquierda, el ex capitán de Los Pumas agradece en silencio.
Sabemos muy bien el rol de Los Jaguares y obviamente estamos muy contentos con la presencia de Argentina en el Rugby Championship. No es sencillo acomodarse al torneo quizás más duro del rugby. La UAR está trabajando muy bien en su alto rendimiento y lo que es importante es la continuidad de la nueva generación de jugadores formados por la UAR.
El IRB financia varias competencias regionales como el Seven de CONSUR y el Americas Rugby Championship, los mundiales juveniles, la Nations Cup, el circuito mundial de seven, todos con participación argentina.
Los fondos frescos que recibe hoy la UAR de parte de la entidad que conduce al rugby mundial son los mismos que reciben los mejores diez países del universo ovalado. Nuestra única forma de financiación es a través de los mundiales, ya que el Seis Naciones y el Rugby Championship son eventos mane-jados por las uniones que participan pero que nosotros no tenemos injerencia. Entonces tenemos que ser muy inteligentes en como hacemos las inversiones.
La pregunta obvia, con tanta inversión, es si Lapasset cree que Argentina puede ser una verdadera potencia. No tengo dudas que con el progreso que han tenido dentro y fuera de la cancha demostraron el potencial para serlo. La Unión está muy bien conducida y son ambiciosos, además de ocupar un rol importante en Sudamérica. Además, atraen cada vez más nuevos participantes en un mercado dominado por el fútbol.
Con más de 110 mil jugadores, el crecimiento reciente sigue siendo notable en Argentina. El Seven, confían en el IRB, abrirá nuevos mercados y el objetivo para el 2016 es tener seis millones de jugadores en todo el mundo.
Según un estudio independiente hay tres factores claves para el crecimiento. Primero, el regreso del rugby a los Juegos Olímpicos; luego la elección de las sedes de los eventos junto a las estrategias de desarrollo y finalmente el éxito comercial de Rugby World Cup le permitió al IRB invertir unos 230 millones de dólares en el juego, siendo importante en mercados no tradicionales.
El francés tiene que volver a las reuniones del COI. Miembro del Comité de su país hace varios años, llegó a la presidencia de la Federación Francesa de Rugby en 1991, y está en el IRB desde entonces. Conoce como pocos el rugby en las altas esferas y entiende bien lo que se juega en reuniones como las de la semana pasada en Buenos Aires.
Viniendo de Francia, le gusta esto de poder agrandar la base de países que no sean británicos en el seno del IRB. Estamos buscando agrandar la representatividad de Argentina en el Consejo Directivo a dos consejeros, aunque no es algo de lo que hay que hablar mucho por ahora, dice con una sonrisa cómplice.
Por: Frankie Deges
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