El conjunto verdiblanco logró un trabajoso triunfo frente a CASI por 13 a 8 y accedió a los cuartos de final del certamen que nuclea a los mejores clubes del país
El sinfín de abrazos y los festejos eufóricos cuando terminó el partido fueron justificados. Jockey acababa de escribir con la pluma del sacrificio y la tinta de la defensa una nueva página en el torneo Nacional de Clubes sobre el césped de las Cuatro Hectáreas. En el registro quedará que el conjunto verdiblanco logró con oficio un trabajoso triunfo frente a CASI, el líder de la zona Campeonato del torneo de la Urba, por 13 a 8 (4-1) y accedió a los cuartos de final del certamen que nuclea a los mejores clubes del país. Además, con la victoria terminó como líder invicto de la zona 3, ya que en las dos primeras fechas había derrotado a Alumni y a Duendes.
No la tuvo nada fácil, sino que durante gran parte del trámite pasó importantes zozobras que supo sortear con criterio. Y eso enaltece más el resultado que consiguió el dueño de casa, que con una correcta presión y una buena primera línea de tackle pudo neutralizar el gran ritmo que propuso el siempre complicado conjunto de San Isidro.
Era a matar o morir. El que ganaba lograba su pasaporte a la siguiente instancia de la competencia. Por eso, ninguno se dio respiro en un partido muy físico, que también tuvo como protagonista a varios roces innecesarios. Una clara muestra de esto fue que hubo cuatro tarjetas amarillas (dos por lado).
La posesión de la pelota estuvo del lado de CASI, que siempre atacó desplegado. Y logró lastimar con su dinámica, pero pese a la gran cantidad de oportunidades que tuvo para apoyar pudo vulnerar el ingoal local en una sola ocasión.
¿El motivo? El sacrificio y la defensa de Jockey, que no perdió el orden ni la paciencia. Y la velocidad para reagruparse también aportó lo suyo. Y esto quedó expuesto en el único try del visitante, ya que se gestó tras un penal jugado rápido en una, si no fue la única, jugada en la que el verdiblanco estuvo mal parado.
No hay que dejar de lado el planteo que realizó el local. Es que sabía que debía quitarle ritmo al partido y lo logró con creces. Cuando contó con la posesión mayormente atacó pegado a la formación, y también apeló al maul. En tanto, el juego desplegado fue utilizado cuando las circunstancias lo ameritaban. Además, hizo uso de varios embates individuales que le dieron grandes réditos.
El desarrollo del partido contó con una cuota de emoción que disimuló el nivel de juego que mostraron ambos. No obstante, era de esperarse por el marco que encerraba al choque.
La victoria de Jockey fue puesta en jaque en el segundo tiempo cuando a los 15 minutos uno de sus forwards vio la tarjeta amarilla. "Se le vino la noche", se escuchó de fondo, y CASI achicó las diferencias a dos puntos (10-8). Sin embargo, el verdiblanco resistió y volvió a golpear con un penal y poner cifras definitivas a los 31′, aunque para festejar debió sufrir un buen rato.
Fuente: Diario La Capital – Rosario