Sebastián Perasso, autor de la serie de libros Rugby Didáctico, tendrá un espacio semanal en CORDOBAXV para expresar todos sus conocimientos sobre el deporte de la ovalada. La historia, sus valores, aspectos técnicos y conocimientos generales.
Así como es indispensable un buen manejo de manos y un buen sentido del pase para permitir la continuidad del juego, el “kicking” es una destreza básica del juego del rugby que no se practica con la asiduidad necesaria. E incluso mas, cuando se la practica solo el aspecto técnico es el que se abarca dejando de lado y descuidando la faceta táctica.
A decir verdad, es tan – o más importante – saber cuando un jugador debe patear (táctica) que el hecho de conocer la manera en debe hacerlo (técnica).-
Las estadísticas son abrumadoras en el sentido de que los kicks deficientes son la principal causa de pérdida de posesión de un equipo en cualquier nivel de competencia de que se trate, incluso superior a las pérdidas ocasionadas en el contacto o por knock-on.
Un trabajo estadístico indica que el 28% de las perdidas de posesión de un equipo se produce por esta vía. Por ello, practicar kicking es prioritario si un equipo pretende conservar su posesión.
Habitualmente los jugadores incorporan un concepto equivocado del kick.
Sin saber para que y cuando hay que patear se la utiliza sistemáticamente para sacarse presión y evitar responsabilidades, sin perseguir algún fin táctico o estratégico.
El punto de partida es que todo kick debe tener un sentido es decir una causa que lo justifique.
Por otra parte, la capacidad que los equipos han incorporado en mantener la pelota durante numerosas fases, implica que tarde o temprano no solo el medio apertura sino también los backs e incluso los forwards tengan que patear.
Si bien en el juego estático serán los medios los que por lo general asuman la obligación de patear; en las sucesivas fases, el reordenamiento ofensivo dará lugar a que los jugadores cumplan otros roles distintos a los específicos, por lo que no será extraño ver a un forward despejar una pelota al touch.
Por tal motivo, a todos les compete desarrollar altos índices de destrezas en el kick.
Un aspecto deficitario en la enseñanza de la técnica es creer que la repetición y práctica constante del kick lleva indefectiblemente a mejorarlo.
Un ejemplo práctico en ese sentido es el que se vincula con el deporte del golf.
Aquel jugador de golf que practica su swing todos los días durante horas y horas, pero que no corrige con su profesor la técnica apropiada, es probable que lejos de mejorar su swing lo empeore. Puede que algún swing sea bueno, producto de la casualidad (corrigiendo un error técnico con otro error) pero a largo plazo, será imposible solucionarlo con las meras practicas si no se tiene un diagnostico correcto de sus problemas.
Es una realidad que muchos pateadores no saben ciertamente las causas de sus kicks deficientes por lo que -como mencionaba- quien no sabe lo que “padece” no podrá nunca “curarse”.
Es decir, lo primero que debe tener un pateador para encontrar una solución definitiva a su problema técnico es contar con un buen diagnóstico de sus fallas u errores. Ello, constituye el punto de partida para mejorar, de lo contrario será imposible observar progreso alguno.
Por otra parte, un aspecto importante y prácticamente olvidado es el costado táctico del kick.
Si un jugador es técnicamente dotado para patear, pero tácticamente no resuelve de manera acertada, tendrá sin embargo un gran déficit en su kick.
Cuando un jugador debe patear al touch y opta por patear un kick a cargar; o cuando debe patear al cajón y ejecuta un sombrero, más allá de la evaluación del aspecto técnico, esta sufriendo un problema en la toma de decisiones, es decir un problema táctico.
Una guía en los kicks tácticos es no solo observar los espacios que quedan sin cubrir, sino también estudiar los hábitos y capacidades de los pateadores rivales.
Es más fácil, por ejemplo, para un pateador de pie derecho, despejar hacia la línea de touch derecha.
Además, tener en cuenta otros factores como la dirección del viento, el estado del campo de juego (si el césped esta seco o mojado) o incluso la inclinación de la cancha, contribuyen en gran medida a tomar mejores decisiones.
Si bien es el jugador el que deberá tomar decisiones conforme el panorama que observe en cada situación concreta, algunas consideraciones generales pueden ser útiles como punto de partida.
Existen dos clase de Kicks bien diferenciados: los kicks tácticos y aquellos que se utilizan para marcar puntos.
Por Sebastián Perasso
(Autor de la serie de libros Rugby Didáctico)
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