Dos Pumas en las alturas

Matías Alemanno y Tomás Lavanini habalaron sobre su presente en el selccionado y como se preparan de cara a los compromisos que se vienen en la ventana, ambos son las dos torres que tiene esta nueva versión Puma.
Tomás Lavanini y Matías Alemanno son los dos jugadores más altos que tiene este plantel de Los Pumas que afrontará el partido del sábado frente a Sudamerica XV, en lo que será el cierre de la preparación con vistas a la ventana de junio.
Con pasado no muy lejano en Los Pumitas, y aún más cerca en el tiempo, con participación activa en la Pacific Cup disputada este año en Australia, Alemanno y Lavanini conforman una de las parejas más jóvenes dentro de la 2da línea de Los Pumas históricamente.
La historia de Tomás Lavanini tomo notoriedad después del mundial juvenil disputado hace un año en tierras galas. Formado en Hindú Club, “Lengua”, como lo apodan sus compañeros, tuvo su debut en el Seleccionado Mayor en el Campeonato Sudamericano del año pasado. Sin embargo, su prueba de fuego se dio en Mendoza, cuando tuvo que saltar desde el banco para medirse frente a los Springboks, en la 2da fecha del Personal Rugby Championship 2013. “Más allá de que había debutado en Pumas en el Sudamericano, después me llamaron al Championship y me tocó jugar en Mendoza; fueron cinco minutos pero muy duros. Realmente una muy linda experiencia”, recordó el jugador de Hindú Club.
Formado en La Tablada de Córdoba, Alemanno tuvo en este 2014 su primeros pasos con la camiseta de Los Pumas. Tras una exitosa Pacific Cup, Matías vio sus primeros minutos en cancha hace apenas dos semanas en la Consur Cup que quedó en mano de Los Pumas.
Ante esta nueva oportunidad de ponerse la camiseta del Seleccionado, este joven de casi dos metros de altura reconoce la importancia de aprovechar cada citación. “Se aprovecha al máximo cuando aparecen éstas oportunidades porque son únicas y hay que aprovechar para subirse al tren. Estoy disfrutando cada momento y viviéndolo al máximo”, explica Alemanno.
Por su parte, Lavanini también dice lo suyo: “Para mí es como arrancar de cero, volver a empezar. Estuvo buenísimo participar de la ventana de noviembre, pero que ahora me hayan convocado para junio y para Pensacola es buenísimo, tremendo. Ojalá pueda seguir jugando, es lo que más quiero”.
Con la frescura que transmite la juventud y el entusiasmo por cada nuevo desafío, ambos segundas líneas pelean por un puesto entre ellos y con el resto de sus compañeros. Así reflejan esa sana rivalidad de cada entrenamiento. “Con Tomi (Lavanini) y con Lucas (Ponce) nos conocemos hace un tiempo y tenemos una muy buena relación. Nos juntamos y hablamos de cosas del juego, del line, y nos sacamos las dudas entre nosotros. El hecho de conocernos nos ayuda mucho”, plantea el cordobes mientras que el de Don Torcuato también se mantiene en una sintonia similar. “El tema del puesto cada uno sabe que es una competencia sana y nos ayudamos mutuamente entre todos. En los partidos, si alguno tiene una falla tratamos de corregirnos para mejorar, hay un gran compañerismo, más allá de la competencia que tenemos”.
Con la llegada de la ventana de junio, la cual sera de suma exigencia, ambos jugadores saben lo que les espera, pero no le escapan al desafío. La mirada de Alemanno se enfoca en objetivos cortos aunque sin dejar de mirar lo más atractivo: “Personalmente me pongo objetivos cortos y trato de pensar en el partido del sábado, el más duro de los tres que tuvimos. En Sudamérica XV hay muy buenos jugadores y una gran base de los chicos que luego irá a Georgia, pero te mentiría si te dijera que no pienso en los partidos contra Irlanda y Escocia, porque van a ser partidos tremendos y porque uno ve a esos jugadores de chico. Hay un poco de ansiedad y nervios, pero tratamos de canalizarla con los entrenamientos”.
Por su parte, con tan solo 21 años, Lavanini, quien tiene 7 test sobre sus espaldas, también se ilusiona y espera con ansias poder estar en la cancha frente a los equipos europeos: “Enfrentar a Irlanda y Escocia va a estar muy bueno, pero será diferente a lo que venimos jugando. El tackle, el ruck y todo será diferente, nuestra cabeza también debe cambiar y tenemos que mentalizarnos para afrontar un nivel superior”.
Tras el intenso entrenamiento llega el momento de posar para la foto en conjunto. Las risas de ambos son un fiel reflejo de su timiedez, algo que sin dudas dejaraán de lado cuando les toque entrar a la cancha.
UAR