La batalla de Naiper ante los All Blacks tuvo un saldo negro y otro de claridad para los Pumas. Fue, por un lado, lleno de sombras desde el resultado (28 -9) ante el mejor equipo del mundo, pero además tuvo esa luz (por momentos) que dejó ver a un equipo argentino que tuvo esa actitud de jugarle de igual a igual al poderoso equipo neozelandés.
La historia dirá que estos Pumas, que hace poco ruguen en su gran mayoría y que viene de vestirse de Pumitas, Jaguares y Pampas, le fueron acortaron la brecha a un equipo que hizo del ABC del rugby el factor de su simpleza tanto para atacar, como para entorpecer cuanto movimiento argentino se acercaba a su ingoal. Los All Blacks, desde la salida de los rucks (con Richie MC Caw como estandarte en este punto) hasta la capacidad de “ensuciar” las salidas de los scrum, fueron haciendo la diferencia que supieron capitalizar con efectividad y con esas virtudes de saber cuándo patear (utilizaron los kicks en forma magistral), cuando acelerar y por sobre todo cuando atacar los espacios con gran poder de penetración.
Si bien el score pudo ser algo mayor para ambos lados (el apertura Barret estuvo errático en su penales), fue justo. Lo que no dejó de ser criticable fue la discutible utilización de las reglas del juego por parte juez francés Pascal Gauzere. Desde sus decisiones de profesional capacitado no supo manejar tres puntos que fueron determinantes e influyentes:
1- No pudo manejar el scrum que tuvo un dominador claro, los Pumas y sancionó jugarlo nuevamente en varias oportunidades cuando los de negro cedían ante la presión argentina y “explotaban” hacia arriba no dejando prosperar al pack visitante. Resultado: nunca sancionó a la primera línea local
2- El increíble nock on que sancionó en el licito try de Leonardo Senatore, justo después que el tercera línea rosarino le tapara magníficamente (no estaba adelantado en su marca y no cometió error de manejo alguno) un kick al fortachón Ma´a Nonu. Resultado: cobró la falta que el creyó ver y los Pumas se quedaron sin poder sumar.
3- El golpe desleal de Julián Savea a Joaquín Tuculet sin que este tenga la pelota en sus manos. Resultado: Savea no fue amonestado y el TMO hizo la vista gorda nuevamente.
Lejos de llorar sobre la leche derramada, pero si mostrando que en este nivel lo profesional debe ser en todos los aspectos desde las exigencias: jugadores, entrenadores, árbitros, TMO etc. El equipo argentino nunca estuvo cerca de poder dar el golpe de su vida y es responsable de lo bueno y de lo malo que le sucede. Esas diferentes situaciones del juego y sus engranajes terminaron de redondear una actuación que no fue buena, pero tampoco es para el olvido. ¿Raro, no? Sí, los Pumas fueron un mix de pro y contras. Tuvieron en las formaciones fijas su mayor poderío, pero en los momentos claves fallaron por falta de coordinación y hasta a veces de comunicación. Esas fallas tienen una consecuencia, al frente estuvo el mejor equipo del planeta. El que no regala nada. El que si se equivoca, no deja sumar puntos a su rival y enmiendas sus errores por la enorme calidad de sus hombres. EL que sabe el tiempo que tiene un partido y maneja a gusto los termómetros del mismo. Nada más y nada menos que el equipo que los Pumas, por ahora, nunca pudieron vencer.
Recuerdo negro y paridad
Los Pumas y Nueva Zelanda se vieron las caras en muchas oportunidades. Los coches siempre dejaron un saldo positivo para los de negro con 23 triunfos y un empate. Dicha paridad se dio en el barrio de Caballito en el 85, (cancha de Ferro Carril Oeste) cuando Los Pumas estuvieron a punto de ganar, de no ser porque al “Flaco” Ernesto Ure (octavo) se le cayó una pelota de las manos a centímetros del ingoal, cuando el scrum local avanzaba con destino de try. El partido culminó empatado en 21 tantos y Hugo Porta fue el autor de todos los puntos argentinos.
Aquellos pumas que jugaron el 02/11/85 y estuvieron a centímetros de la gloria fueron:
B. Miguens; J. Lanza, D. Cuesta Silva, F. Turnes, P. Lanza; H. Porta (c) y G. Holmgren; E. Ure, T. Petersen, J. Allen; G. Milano, E. Branca; F. Morel, A. Cubelli y D. Cash.
Luego ingresaron: Madero y Carossio
Lo que se viene entre ellos
Desde 1976 a la fecha, el equipo nacional no pudo vencer a los hombres de negro. Este mismo Rugby Championship les dará a los argentinos una nueva oportunidad. Será el 27 de Setiembre cuando se vuelvan a ver las caras y luego de los himnos y del haka maorí se desate una nueva batalla, que por ahora, es de color negro. Los Pumas saben que para vencer a los All Blacks por primera vez deben hacer absolutamente todo bien y que los de negro harán todo para que eso no suceda.
Por Patricio Guzmán (Gentileza para Córdoba XV)
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