Si un recién llegado al rugby vislumbrara la oronda figura del actual director deportivo del Biarritz Olympique, difícilmente se creería que tras ese desequilibrado exceso de kilos, que en ese rostro hinchado como un globo, que en esa exuberancia estomacal se escondiera una de las mayores leyendas del rugby mundial de la década de los 80.
Ese gordo, con todas las letras, no sería otro que el mítico franco-venezolano Serge Blanco, que acaba de ser intervenido quirúrgicamente de una dolencia cardíaca. Este ídolo del deporte ovalado, probablemente el mejor zaguero de la historia, famoso por sus elegantes cabalgadas, empezó a sentirse mal el sábado pasado, aquejado de fuertes dolores en la zona torácica. Ingresado el domingo por la noche, ha sido intervenido quirúrgicamente este martes.
Fuentes del club han asegurado que lo que ha sufrido no ha sido un infarto y la información ofrecida por el centro médico apunta a que le han instalado un dispositivo para mantener sus arterias abiertas, y evitar el riesgo de una trombosis.
Blanco, uno de los máximos exponentes del “rugby champagne”, debutó con la selección francesa en noviembre de 1980 y fue un fijo en el XV del Gallo hasta su retirada en 1991, acumulando 95 test match y 39 tries (récord francés).
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