Los Pumas y Wallabies jugarán mañana en Twickenham en la busca de un lugar en la definición de la RWC 2015.
Todo un mundo gira en torno a la semifinal entre Australia y Argentina. Con miles de aristas que van desde lo estadístico hasta lo sentimental, el partido que sostendrán las dos selecciones solo tiene algunas certezas, que al fin y al cabo son las que cuentan una vez que el árbitro Wayne Barnes haga sonar su silbato. Serán 15 contra 15, durante 80 minutos, y solo uno podrá jugar la final de la Copa Mundial de Rugby 2015, el resto -como dicen- “es puro cuento”.
Pero “el cuento” vale la pena conocerlo, al menos, hay que tener los capítulos más interesantes leídos para saber qué puede ocurrir mañana en el estadio de Twickenham. Ya se enfrentaron 24 veces y los oceánicos se impusieron en 18 oportunidades, además hubo un empate y solo 5 triunfos para los sudamericanos. De esos choques, las dos veces que se vieron las caras en una RWC, el éxito fue para Australia (en 1991 y en 2003).
Dos equipos, dos caminos, un mismo final
El arribo de los dos conjuntos del Hemisferio Sur tuvo un andar diferente en esta RWC, y a pesar de coincidir en algunas similitudes dentro y fuera del juego, su presente es casi opuesto.
Es que la última foto vista de cada uno, contrariamente a lo que había sido el inicio de la RWC, mostró a Los Pumas en el pináculo de su rendimiento aplastando a Irlanda en Cardiff por 43 a 20, en una faena inolvidable. En tanto que los Wallabies debieron sufrir hasta el último minuto para arrebatarle el triunfo a Escocia en Twickenham por 35 a 34.
El camino de los argentinos ha sido de menor a mayor, porque la derrota ante los All Blacks del encuentor inaugural fue el piso del equipo de Hourcade que, poco a poco, fue corrigiendo aspectos para explotar ante Irlanda. Mientras que los australianos salieron airosos y con una solidez encomiable de su zona donde eliminó a Inglaterra (33-13) y luego obtuvo la zona cuando doblegó a Gales (15-6), pero no cumplió con lo que se esperaba de ellos ante Escocia.
Los mejores 15
En el armado de las escuadras para mañana, Hourcade y Cheika –dos viejos conocidos- metieron manos en sus equipos para tener todas sus armas listas, y dispuestas de la mejor forma. Pero antes de hablar de los jugadores es inevitable no mencionar la particular disputa entre los cuerpos técnicos.
Ya desde hace un tiempo, por diferentes razones, los staffs de ambos equipos tienen lazos en común. Michael Cheika entrenó y cosechó sus mejores logros en el Leinster irlandés que tenía al Puma Felipe Contepomi como su principal estratega. Ambos entablaron una gran relación, a la que luego se sumó otro Puma de Bronce: Mario Ledesma. El hooker argentino conoció al DT australiano y tras el retiro de este al final de la RWC 2011, lo llevó al Stade Francais para tenerlo como especialista en scrum.
La química entre ellos fue buena, y cuando Cheika se unió a los Warathas volvió a convocar a Mario. Fue en esos días, donde apareció Hourcade para aprender del equipo de New South Wales y así lo hizo durante los últimos dos años, cada vez que viajó con Los Pampas atierras aussies.
Por último la dupla Cheika-Ledesma desembarcó en los Wallabies, que habían perdido con Los Pumas en el Rugby Championship de 2014, y le cambiaron la cara al plantel en este 2015.
En el armado de equipos, Hourcade hizo algunos ajustes. Si bien mantiene la base del equipo que le ganó a Irlanda, recurrió a Marcelo Bosch en el centro de la cancha, en el lugar del eficiente Matías Moroni. El centro que vuelve de una suspensión, le brinda tranquilidad defensiva en un área caliente del partido, donde se esperan a los definidores australianos como Mitchell, Kuridrani, Folau o Aschley-Cooper.
También hizo una modificación entre los suplentes con la aparición de Figallo por Orlandi. La lesión de Creevy, quien jugará pero está entre “algodones”, tiene en alerta a Montoya, su natural reemplazante y con Lucas Noguera Paz como tercer hooker. Figallo ofrece la opción de poder jugar de pilar derecho o izquierdo.
Del lado Wallaby, hubo un cambio en la primera línea, donde James Slipper saldrá a la cancha en lugar de Scott Sio. Pero lo más importante pasa por la confirmación de los dos hombres clave en la recuperación como son Hooper y Pocock. Este último viene de una lesión, al igual que Israel Folau.
El capitán de Los Pumas se expresó sobre las modificaciones en la primera línea australiana y aseguró que “son los dos muy buenos pilares”, en referencia a Sio y Slipper “que andan muy bien. El scrum de Australia mejoró con la llegada de Mario Ledesma, les ha cambiado la mentalidad, ahora vienen con ganas de jugarlo y ese es un desafío que tenemos los ocho forwards juntos, no solo la primera línea. Trabajamos mucho para superarlos y conseguir penales o pelotas limpias a los backs”.
Las claves y el famoso break down
Ambos conjuntos coinciden en que buena parte del encuentro se resolverá en las situaciones de contacto, donde quien logre imponerse en esa área tendrá las pelotas más valiosas para marcar puntos.
Así lo expresó Daniel Hourcade al decir que “la clave vuelve a estar en los puntos de encuentro, ellos tienen el mejor del mundo, en lo que se refiere a la parte defensiva. En la faz ofensiva debemos controlar las dos primeras fases de ellos, que es donde toman la inercia que los hace un equipo muy peligroso. Hay estrategias que son claves, pero si no hay dominio en los puntos de encuentro, no hay chances. Ellos tienen un promedio de 12 a 14 pelotas recuperadas, y atacan a partir de ahí”.
Por su lado, Michael Cheika aseguró que la presencia argentina en semifinales no debe sorprender a nadie. “Para nada. Lo esperaba totalmente. Los vimos regularmente a lo largo de estos años en The Rugby Championship así que no nos sorprende que estén aquí. Diría además que lo esperábamos, así que nos preparamos en concordancia”.
Más allá de lo dicho, ambos son equipos peligrosos en la ofensiva, con individualidades determinantes y sólidas defensas. Tal vez Argentina tenga una diferencia a favor en su improvisación para buscar el try, pero que muchas veces le significa ser vulnerable cuando la atacan.
A la hora de hacer nombres, los aperturas son vitales. El australiano Foley fue clave contra Inglaterra, Gales y en la última patada ante Escocia. Y lo mismo ocurrió con Sánchez, con una gran producción integral ante Irlanda.
A ellos se suman los tres del fondo de las dos escudaras. Los tridentes Ashley-Cooper-Folau-Mitchell, frente a Imhoff-Tuculet-Cordero, presentarán una de las más espectaculares batallas de contragolpe, jamás vistas.
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