Los All Blacks están ansiosos por enfrentarse a los campeones del Mundo, pero esperan un desempeño de Sudáfrica mucho mejor en Townsville este fin de semana, dijo este lunes Beauden Barrett.
El choque de la quinta fecha del Rugby Championship del sábado será el choque número 100 entre los pesos pesados del hemisferio sur y Barrett dijo que los neozelandeses estaban muy al tanto de la historia del partido.
También será la primera vez en una década que los All Blacks se enfrenten a un campeón mundial reinante, lo que Barrett admitió que le da más sabor a la ocasión.
“Ha pasado un tiempo desde que jugamos contra los Boks y la primera vez para mí personalmente y para cualquiera del equipo jugando contra los campeones del mundo”, dijo a los periodistas.
“Es una rivalidad que tiene una larga tradición y muchos partidos muy memorables, hay una historia orgullosa y no puedo esperar para jugar el test 100º el fin de semana”.
Sudáfrica fue campeón del mundo cuando se enfrentó a Nueva Zelanda en el Tri-Nations en 2011, antes de que los All Blacks ganaran títulos consecutivos.
Los equipos tienen fortunas contrastantes de cara al partido del sábado, con los All Blacks invictos en el torneo de este año y recuperando el ranking mundial número uno, mientras que los Boks han perdido dos veces ante Australia.
Barrett no creía que las recientes decepciones de los sudafricanos pudieran influir en el partido del sábado.
“Estamos jugando contra los campeones del mundo, sabemos que estarán a la altura de las circunstancias y serán mucho mejores de lo que han estado en las últimas semanas”, dijo Barrett.
Lock Brodie Retallick dijo que lidiar con la defensa rápida de Sudáfrica sería crucial.
“Donde nos atraparon las últimas dos veces fue su velocidad de línea defensiva”, dijo Retallick.
“Nos han superado en fuerza, no hemos podido derribarlos con nuestro ataque y nos han marcado puntos”.
“Así que siempre hay una batalla en los puntos de contacto, pero lidiar con esa velocidad de línea y poder lastimarlos va a ser enorme”.
Retallick dijo que los All Blacks se concentrarían en producir su característico juego fluido en lugar de jugar al ritmo de Sudáfrica.
“Son dos estilos completamente diferentes”, dijo.
“Desde nuestro punto de vista, es lo que hacemos con la pelota. No queremos quedar atrapados yendo a la pelota y que todo sea lento”.
“Con la libertad con la que juegan los niños, usando la pelota y creando oportunidades, no hay duda de cómo queremos jugar nuestro juego”.
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