Los coletazos en el rugby post Covid-19 siguen dando que hablar y ahora las preguntas y los posibles cambios tomaron asiento en las oficinas de SANZAAR. Los popes de los cuatro países que participan del Rugby Championship, Argentina, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica, analizarían una alteración en el calendario internacional que puede incluir el Rugby Championship y el Super Rugby Pacific.
Según informa Iain Payten en el The Sidney Morning Herald, existiría la posibilidad de un cambio de fechas para la competencia del Rugby Championship. Según desliza el medio aussie, “Australia podría jugar partidos internacionales en marzo y abril, y la temporada de Super Rugby seguiría de mayo a septiembre, en una reestructuración radical del calendario que están considerando los poderosos de SANZAAR”.
Lo principal de este cambio es acercar el calendario del Rugby Championship, que se disputa actualmente entre agosto y octubre, a un lugar en el otoño del hemisferio sur para que se alinee mejor con las fechas del rugby europeo.
El debate se instaló en SANZAAR por parte de los directivos argentinos y sudafricanos, cita el medio australiano, que tienen a sus jugadores en competencias europeas. Las uniones de ambos países habrían solicitado un replanteamiento importante del calendario del Rugby Championship, debido a que sus jugadores no pueden tomarse un buen descanso a lo largo de la temporada.
Los equipos de Sudáfrica y Argentina fueron eliminados del Super Rugby durante el Covid-19 en 2020 y cinco equipos del país campeón del mundo se unieron al United Rugby Championship, en tanto que los ex Jaguares se dispersaron por los diferentes clubes del Viejo Continente. Por eso, la mayoría de los jugadores de Los Pumas y Springboks ahora juegan en competencias europeas.
Después de los partidos de la ventana de de julio, sudafricanos y argentinos continúan con el Rugby Championship hasta octubre y no obtienen una licencia fuera de temporada. “Estos muchachos no están teniendo un descanso, en absoluto. Siempre estoy hablando con los entrenadores de los clubes en Europa para tratar de negociar”, dijo el entrenador de Los Pumas, Michael Cheika, hace un tiempo.
La próxima reunión entre los dirigentes de las cuatro uniones será en mayo. El plan más radical que se estaría modelando es cambiar el Rugby Championship de un espacio de invierno/primavera al otoño del hemisferio sur, para que el torneo de cuatro equipos comience en marzo.
World Rugby analiza una ventana internacional de Seis Naciones, durante la cual los clubes se vean obligados a liberar jugadores, a partir de febrero. Si bien hay interés en que el Rugby Championship emule la popularidad del Seis Naciones como un torneo independiente, comenzar en febrero no se considera ideal.
Cambiar de fecha del Rugby Championship implicaría que el Super Rugby Pacific tendría que pasar de su lugar actual, febrero a junio, a mayo – septiembre.
En SANZAAR también barajan la idea de jugar el Super Rugby Pacific como hasta ahora, con la ausencia de los jugadores que se desempeñe en el Rugby Championship. Las fuentes australianas dicen que los tres partidos podrían incluso jugarse entre semana e incluir fechas de descanso en el torneo de clubes, sin detener la competencia.
Mover los partidos de los Wallabies para los australianos es patear el tablero. “Sería un cambio sísmico en la tradición”, aseguran. Casi todos los partidos del seleccionado desde 1899 se jugaron en la segunda mitad del año. En 675 Tests, los Wallabies jugaron solo una vez en marzo (en Francia al final de una gira de 1957-58) y una vez en abril (contra Argentina en Brisbane en 1995).
Sin embargo, cabe remarcar que la idea de cambiar fechas tiene que tener la aprobación de Nueva Zelanda y Australia. Ambos seleccionados tendrían que jugar partidos ante los otros dos equipos luego de tres meses de descanso contra argentinos y sudafricanos, que están en competencia.
Por otro lado, se analiza el lado comercial. El interés que puede despertar el torneo cuando todavía no comenzó el rugby de clubes en los dos países de Oceanía es un interrogante que tiene peso propio.
Finalmente, otro punto en contra es que los australianos y neozelandeses protegen sus torneos internos y el National Provincial Championship, por ejemplo, se juega de agosto a octubre. Es decir, que en un posible cambio de calendario, implicaría que los equipos no podrían contar con aquellos jugadores que estén jugando el Super Rugby Pacific, algo que le quitaría interés a la competencia doméstica.
The Sidney Morning Herald